Playas donde olvidarse del mundo

Escrito el 18 de Abril de 2011 por turisticut

En el mundo existen rincones dignos de ser descubiertos, paraísos perdidos propios de historias y leyendas de piratas. Playas únicas en las que olvidarse del mundo y, quién sabe, lugares donde quizá se esconden tesoros enterrados en sus blancas arenas.

Playa del Naufragio. Zakynthos (Grecia)
Un misterioso barca descansa sobre la fina arena de esta impresionante cala de aguas cristalinas. Cuenta la leyenda que encalló allí en 1980, después de una persecución por contrabando. Considerada como una de las mejores playas del mundo, se encuentra amurallada por un enorme acantilado de piedra caliza, por lo que sólo es accesible por mar. Para visitar los restos de la nave varada hay que embarcarse en los pequeños botes que salen del puerto de Kambi Exo Jora, el más cercano a la Playa del Naufragio. Más información en www.zakynthos-net.gr.

New Chums (Nueva Zelanda)
Aclamada como una de las mejores playas del mundo, es una joya de la naturaleza a la que sólo se puede acceder tras casi una hora de caminata. Está situada en la península de Coromandel, un lugar fantástico para surfear y disfrutar de su playa virgen de arena dorada. Más información en www.coromandelbeaches.co.nz.

White Island. Camiguin (Filipinas)
Otra impresionante isla volcánica en la costa norte de Mindanao. Aguas cristalinas, islotes de microscópica y blanca arena que se adentran en el mar, manantiales de agua caliente y otro del que emana agua carbonatada natural. Un lugar donde perderse y disfrutar de una de las puestas de sol más hermosas del planeta. Se llega en avión desde Manila. Más información en www.camiguin.gov.ph.

Vía DTlux.com

Viaje a un volcan en erupción

Escrito el 15 de Abril de 2011 por turisticut

“Asomarse a su boca y echar un vistazo a ese lago de lava, cambiante, amenazante, unido y dividido a antojo de si mismo, parece invitar a un viaje a las entrañas de un inframundo”. Un viaje a Erta Ale, un volcán en permanente erupción.

Situado en la inhóspita región de Afar en Etiopía, al este de África, no es un volcán excesivamente alto -apenas supera los 600 metros de altura- pero su cima da cabida a un lago de lava. Dependiendo de la continua actividad, ese lago suele dividirse en dos por éso nadie sabe a ciencia cierta si se trata del mismo o de dos lagos de lava diferentes. Un fenómeno que se repite sólo en otros cuatro volcanes en todo el mundo.

El Erta Ale es bastante regular. Tanto que permite a los curiosos llegar hasta su boca, y asomarse para ver la superficie del lago burbujeando roca incandescente.

Cuando el Erta Ale se cansa de las visitas, lanza una lengua hirviente hacia el sudeste. Casi siempre repitiendo una ruta que parece tallada en la memoria del volcán.

Su lago interior es el más antiguo que se tenga noticia ya que fue descrito en 1906. Todo el volcán y su zona son de una belleza atrapante. Su falda se extiende en una depresión por debajo del nivel del mar, lo que le da otro título mundial: el volcán ubicado a menor altura.

En el 2005 Erta Ale se cansó de tanta visita, curiosos y científicos con aparatos y el 25 de septiembre dijo basta con una larga y mortífera lengua de lava. Mató a 250 personas y miles de habitantes de la zona huyeron del lugar.

Será por éso que los nativos del lugar, los Danakils, no son muy afectos a mostrarse a los curiosos. Creen que los visitantes molestan a su volcán, con quien han compartido generaciones en una convivencia de mutuo respeto.

Sin embargo, la llegada de los más aventureros a una de las zonas más duras para la supervivencia, pero riquísima a nivel geológico, les trae algo del mundo que para ellos está demasiado lejos. Su bien mas preciado es una pelota de fútbol profesional.

Erta Ale significa “la puerta al infierno“. Algo de éso hay en el imaginario de los Danakils y en el nuestro.

Vía El próximo viaje

Qué hacer y qué comer en Alicante

Escrito el 12 de Abril de 2011 por turisticut

Alicante es tierra de hondas tradiciones como la fiesta de Moros y Cristianos, una de las más populares del Levante. La otra festividad por excelencia es la Noche de San Juan, el 24 de junio. Ésta tiene como protagonistas a las hogueras en las que se queman los ninots (monumentos de cartón piedra) que, previamente, han sido expuestos días antes en las calles de la capital alicantina.

La animación de Alicante se perpetúa a lo largo del año gracias a su condición de centro turístico, a tan sólo unos pocos kilómetros de las playas de San Juan y localidades como Santa Pola, Torrevieja, Jávea, Altea, Denia, etc. En cualquiera de ellas es posible encontrar una amplísima oferta de alojamientos y a cualquiera de ellas es ideal desplazarse en un coche de alquiler que puedes reservar cómodamente en el aeropuerto de Alicante.

Además, a lo largo del litoral alicantino se puede encontrar una docena de campos de golf que permiten disfrutar de este deporte con magníficas vistas al Mediterráneo.

En Alicante existen numerosos tesoros naturales que merece la pena visitar. A medio camino entre Alcoi e Ibi, en la Sierra del Menejedor, se encuentra el Parque Natural de Carrascal de la Font Roja. De gran importancia ecológica son también los Parques Naturales de El Fondo, Lagunas de la Mata y Torrevieja, Montgó, Penyal d’Ifac, Salinas de Santa Pola y Marjal de Pego-Oliva. En el interior de la provincia se puede conocer la ciudad de Elche y su palmeral, declarado Patrimonio de la Humanidad.

Pero la visita quedaría incompleta si no se probaran los estupendos arroces, que por estas comarcas se cocinan de múltiples y originales formas: arroz a banda (arroz con pescado), arroz negro (con sepia), arroz al horno, etc. También hay buenos pescados y mariscos. De postre, nada mejor que el pan de higo (pasta de higos secos), turrón (dulce hecho de almendras tostadas, miel y azúcar) y helados de Jijona. Estas comidas pueden ser acompañadas con los vinos con Denominación de Origen Alicante, de entre los que destaca el Fondillón, un vino de licor viejo muy apreciado como vino de postre.

Vía spain.info.com

La Semana Santa de Cartagena, un Interés Turístico Internacional

Escrito el 9 de Abril de 2011 por turisticut

La Semana Santa de Cartagena (Región de Murcia) fue declarada de Interés Turístico Internacional en 2005. Sus procesiones destacan por el orden de los penitentes, la música, color, esculturas y sus mantos, muchos de los cuales datan del siglo XVIII.

Todo comienza la madrugada del Viernes de Dolores, en las inmediaciones de la Catedral Antigua, cuando sale la primera procesión de España a cargo de la Cofradía del Socorro. Al día siguiente, Sábado de Pasión, lo característico es el traslado de algunas imágenes hasta la Iglesia de Santa María de Gracia. El Cristo de la Agonía, la Virgen Dolorosa, la Virgen de la Soledad de los Pobres y el Cristo de la Misericordia son los que participan en esta jornada.

El Domingo de Ramos, como es tradicional en todas las ciudades, sale a la calle desde la Iglesia de Santa María de Gracia la procesión de la Entrada de Jesús a Jerusalén, más conocida entre los cartageneros como la de “la burra” . Del mismo templo, el Lunes Santo recorrerá Cartagena la Procesión de las Promesas de la Santísima Virgen de la Piedad. El Martes Santo es el turno del traslado de los Apóstoles Pedro, Juan y Santiago, además del encuentro de los tres en la Plaza de San Sebastián.

El Miércoles Santo recorre Cartagena la imagen del Prendimiento, mientras que el Jueves Santo todo se hace silencio y oscuridad al trasncurrir del Cristo de los Mineros. Es curioso ver, cómo al paso de la procesión, todo se va apagando, hasta quedar únicamente la iluminación de los penitentes y los hachones del trono.

La madrugada del Viernes Santo, como también es tradición en muchas ciudades, sale a la calle la imagen de Jesús Nazareno. Horas más tarde será la procesión del Santo Entierro la que realice su desfile. El Sábado Santo es la Procesión de la Vera Cruz, y el Domingo de Resurrección la imagen del Resucitado la que ponga fin a la Semana Santa de Cartagena.


¿Puede una mujer viajar sola?

Escrito el 8 de Abril de 2011 por turisticut

La pregunta no es mía, es de Paco Nadal, un gran periodista de viajes del que me declaro profunda admiradora.

Transcribo su post:

“Con cierta frecuencia, amigas, lectoras o conocidas me preguntan sobre la conveniencia de viajar solas a determinados destinos, por los general árabes o de religión musulmana.

Y siempre es una cuestión difícil de contestar, para empezar porque yo no soy mujer y quizá por más esfuerzos que haga nunca pondré ponerme en su mismo lugar.

Pero en general, respondo que una mujer sola puede viajar a muchos más lugares de los que los clichés y los tópicos nos imponen. La mayoría de las ocasiones lo que hay que evaluar no es un problema de seguridad física (asalto, robo… a los que un hombre solo también está expuesto) tanto como un problema de saber hasta qué punto estás dispuesta a soportar proposiciones, galanteos y acercamientos no deseados ni solicitados.

Es cierto que en países como Marruecos, sobre todo en las medinas y zonas turísticas, el grado de acoso y de intentos de acercamiento a una mujer sola son mayores y más persistentes que en otros lugares. Amigas que han viajado a Turquía también me cuentan que se pasan el día espantando moscones. Pero si lo pensamos bien, no es más que lo mismo que ocurría en España hace 20 o 30 años con la llegada de “las suecas”. Machos ibéricos recién salidos de un largo periodo de represión y oscurantismo creídos que toda mujer rubia y liberal buscaba sexo con ellos. Y encima las películas de Alfredo Landa fomentado el tópico.

Yo no estigmatizaría a una religión concreta ni a una cultura, aunque obviamente si fuera mujer no se me ocurriría ir a Arabia Saudí, por ejemplo. Pero viajar sola a Cuba también es un ejercicio de paciencia infinita ante el goteo constante de proposiciones sexuales.

He visto mujeres jóvenes viajando solas por muchos lugares del mundo; es cierto que con mayor frecuencia anglosajonas que españolas o latinas. Recientemente una amiga recorrió Tailandia sola y volvió encantada. Creo, y así respondo cuando me hacen la pregunta con la que empezó este post, que en estos casos, y más que nunca, lo que debe de primar es el sentido común; por encima de los miedos y de los clichés. Pensar muy bien dónde te vas a alojar, qué zonas vas a visitar, a qué horas te vas a mover y por dónde… en definitiva, adaptar el programa a tu condición de viajera solitaria.

Pero nunca renunciar al placer de hacerlo. Viajar solo/a es una experiencia incomparable que no debería de estar vedada a ningún sexo.

Y vosotras, ¿qué opináis?”

Por mi parte lo hice hace años en Japón y os aseguro que fue una experiencia inolvidable!!!

Vía el blog de Paco Nadal

Qué hacer, dónde ir en Málaga

Escrito el 6 de Abril de 2011 por turisticut

Una buena época para visitar Málaga es durante la Semana Santa. Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Internacional, sobresale por sus monumentales pasos y por el fervor popular que despierta en cada barrio. Una de las mejores opciones de alojamiento en la capital malagueña pasa por el Parador de Málaga Gibralfaro, ubicado junto al Castillo. Conviene, sin embargo, reservar alojamiento con suficiente antelación durante esas fechas.

En sus alrededores, Málaga invita a recorrer una provincia marcada por los fuertes contrastes existentes entre los pueblos del interior y la costa. Si llegas en avión, una buena opción es reservar en el aeropuerto un coche de alquiler para desplazarte a tu aire. La Costa del Sol se encuentra jalonada por poblaciones de gran tradición turística, como Benalmádena, Torremolinos, Fuengirola, Marbella o Estepona. En este litoral también es posible disfrutar de establecimientos hoteleros como el Parador de Málaga Golf o el de Nerja.

Los amantes del golf tienen un aliciente más para visitar Málaga, ya que dispone de una treintena de campos repartidos por toda la provincia, algunos de los cuales figuran entre los mejores de Europa.

En el interior de la provincia existen varios espacios naturales, como el Parque Natural de Los Alcornocales-Sierra del Aljibe, el Parque Natural de los Montes de Málaga o el Parque Natural de la Sierra de las Nieves. Los paradores de Ronda y Antequera destacan dentro de la oferta hotelera del interior de la provincia. Los productos del mar y del interior dan lugar a una gastronomía muy variada. En la costa, el plato más conocido es el “pescaíto frito” (pescado frito), aunque también son típicos, entre otros, el arroz a la marinera, el rape con patatas y la cazuela de fideos.

Las sopas ocupan un lugar de privilegio en la cocina malagueña, con especialidades como el gazpachuelo (sopa a base de patata y mayonesa) y el gazpacho malagueño o ajoblanco (especie de sopa fría con almendras, aceite, ajos y uvas). Estas recetas pueden acompañarse con los vinos con Denominación de Origen Málaga.

Vía spain.info.com

La Villa de Alarcón, un gran conjunto Histórico-Artístico

Escrito el 3 de Abril de 2011 por turisticut

En un cerrado meandro del río Júcar se yergue el promontorio sobre el que se asienta la localidad de Alarcón, una de las más atractivas de la provincia de Cuenca, situada a medio camino entre Madrid y Valencia.

Desviándose unos 20 kilómetros de la A-3, autovía que comunica la capital española con las playas levantinas, se llega a esta villa conquense, consolidada como fortaleza árabe y considerada un conjunto singular de la geografía española.

Historia

Existen restos que demuestran que sus primeros moradores fueron los iberos, así como que en sus tierras estuvieron establecidos los romanos; pero los rumores señalan a un hijo de Alarico, rey de los visigodos, como quien bautizó esta antigua villa con el nombre de Alaricón, convirtiéndose con el tiempo en Alarcón.

Numerosas conquistas y reconquistas entre moros y cristianos tuvieron como marco este pueblo manchego, siendo durante la Reconquista cuando alcanzó los tiempos de gloria y esplendor. El actual Parador de Alarcón fue alcázar en los primeros años del siglo VIII y entre sus paredes se desarrollaron algunos capítulos importantes de la Historia de España: falleció el príncipe musulmán El Ciego; se sublevó Omar Ibn Hafsún; Fernán Martín de Ceballos realizó una loable hazaña, al escalar los muros del edificio, apoyándose en dos dagas, y lograr conquistarlo bajo el reinado de Alfonso VIII y se fundaron los Tercios de Alarcón, que intervinieron, decisivamente, en la batalla de las Navas de Tolosa (1212).

Pero no sólo guerras tuvieron lugar en este marco incomparable: también el amor y la literatura fueron protagonistas de sus muros. Al Infante Don Juan Manuel, que dominó Alarcón a partir del siglo XIV, le sirvió el castillo como morada e inspiración literaria, escribiendo, entre sus paredes, parte de su obra. A la muerte del infante, el castillo retornó al patrimonio real para ser cedido, en el siglo XV, a don Juan Pacheco, marqués de Villena. Posteriormente estuvo años años a la intemperie, siendo utilizado como lugar de juegos y trastadas por los más pequeños de la villa, hasta que en 1963, el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, continuando con su labor de crear paradores nacionales, decidió rehabilitarlo como tal. En 1966 abrió sus puertas con el nombre de Parador Nacional Marqués de Villena y, de esta manera, las murallas, que habían servido de defensa, se convirtieron en la puerta a la paz y tranquilidad.
Iglesias medievales y arte contemporáneo

El conjunto defensivo que posee Alarcón, formado por castillo, murallas, cinco puertas y cinco torreones, es uno de los más espectaculares de España. Tres consecutivas puertas de muralla, defendidas, a su vez, por torreones, abren el camino al pueblo por el único acceso existente. Se trata de la Puerta y Torre del Campo, la Puerta y Torre del Calabozo (o de enmedio) y la Puerta del Bodegón. En la ladera izquierda del río se encuentra la Puerta de Chinchilla o de Las Moreras y en la derecha, la Puerta del Río que da acceso a una pequeña península formada sobre el río Júcar y sobre la que se sitúa la Torre de los Alarconcillos.

El castillo es el edificio más emblemático de toda la villa. Su trazado árabe, con planta triangular, y el patio, con pozo y pila, trasladan al visitante a la época medieval. No obstante, no sólo el Parador merece ser visitado en este pueblo castellano-manchego:

  • Plaza del Infante Don Juan Manuel o Plaza Mayor. Presenta una estructura típica medieval, con forma rectangular y el Ayuntamiento, edificio del sigo XVI con una galería porticada con cinco vanos de arcos carpaneles.
  • Iglesia de Santa María. Posee capillas barrocas, elementos góticos y platerescos. Este último es el estilo dominante que puede apreciarse en las naves y la portada principal (ver imagen inferior), cubierta por un portal de casetones atribuido a Esteban Jamete de Orleans; del taller de este mismo autor son el retablo, la pila bautismal y la sacristía. En el interior de la iglesia se puede observar un bello templete barroco popular policromado.
  • Iglesia de Santa Trinidad. Construcción de planta rectangular con dos naves, una del siglo XIII y otra añadida a principios del XVI, aunque la bóveda más antigua data del siglo XV. La fachada, plateresca, se encuentra coronada por los blasones del segundo marqués de Villena y su torre se levanta sobre el llamado Arco de la Villa.
  • Iglesia de Santo Domingo de Silos. Románica, fue construida en el siglo XIII con intervenciones renacentistas y barrocas. Tras ser rehabilitada, pasó a utilizarse como auditorium y sala de exposiciones.
  • Iglesia de San Juan Bautista. Edificio del siglo XVI, construido sobre una antigua iglesia románica (de la que queda la torre). Es de una sola nave, con bóveda de cañón y contrafuertes interiores que delimitan las capillas laterales. Posee una espadaña del siglo XVIII, así como una portada clásica manierista. En la actualidad es la iglesia más conocida y visitada del pueblo, al poseer en su interior el Centro de Arte Contemporáneo de Pintura Mural de Alarcón. Este proyecto, patrocinado por la Unesco, permitió que el artista Jesús Mateo transformase una iglesia abandonada en un lugar donde las formas y el color dan rienda suelta a la imaginación.

Paisaje y comida excelentes

Las hoces del río Júcar que rodean la villa, el embalse de Alarcón (a escasos kilómetros), así como la naturaleza propia del lugar, también permiten el desarrollo de múltiples actividades de ocio. Rutas de senderismo, a caballo o en bicicleta, así como la práctica de la pesca o caza deportiva pueden practicarse durante la visita a Alarcón.

Por supuesto no se debe abandonar la villa sin degustar la comida típica conquense. Existen varios locales donde hacerlo como el Parador, el hotel Villa de Alarcón, algunos bares y mesones, y el restaurante La Cabaña, cuyas privilegiadas vistas permiten duplicar el disfrute del buen yantar que ofrece su cocina.

Alarcón, protagonista de la Historia en época medieval, ha sabido adaptarse a los tiempos actuales, con la creación de hoteles y restaurantes, la puesta en marcha de actividades al aire libre, la realización de pinturas contemporáneas en una iglesia del siglo XVI y la aparición como decorado en unos dibujos animados japoneses.

Vía suite101.net