Una buena manera de conocer Hamburgo es a través de sus dos lagos artificiales, los lagos Innenalster (Alster interior) y Außenalster (Alster exterior).
En invierno, mientras están congelados, estos lagos hacen de soporte a múltiples eventos, como los mercadillos, mientras que en verano se convierten en lugares únicos que deleitan a turistas y ciudadanos con coloridas regatas y múltiples conciertos.
En el centro del casco antiguo de Hamburgo está el Ayuntamiento de 1886 y estilo renacentista. La gran plaza está atravesada por puentes y arcos, vestigios de la forma de vida y comercio de la Edad Media, y en ella se ubican las tiendas más prestigiosas y las Iglesias más emblemáticas.
El contraste lo encontrarás en las zonas industriales, pues Hamburgo es la segunda ciudad más poblada de Alemania y la más rica del país. El puerto, lleno de muelles y edificios de ladrillo rojo, te trasladará a una época donde las telas y las especias eran la moneda de cambio. Será en este rincón donde puedas ver la calle del Pecado, típico lugar donde los marineros de aquella época se dejaban querer por las mujeres, y donde degustar hoy en día pescados frescos y mariscos que se acompañan de un delicioso vino caliente de la zona. Además se ha llenado de cabarets y teatros, con lo que la noche está más que asegurada.
Para ver arte, debes entrar en el Museo Kunsthalle. No te olvides que existe una tarjeta descuento que por unos 15 € te ofrece entradas gratis a museos y precios especiales en visitas guiadas.
En cualquier caso, si tienes pensado visitar Hamburgo lo mejor es que le eches un vistazo a la página web de turismo de Hamburgo para tener más información antes de tu viaje.