Durante las dos estaciones alternas de (la “cheia” y la “seca”) de la región amazónica, el cambiante nivel del río determina dos paisajes bien diferentes a lo largo del año. Uno de río desbordante y bosques inundados y otro de río muy bajo y el suelo del bosque al descubierto.
Cualquiera de las dos épocas es perfectamente válida para visitar la Amazonia, pero lo mejor es que conozcas algo más sobre ellas para tomar la decisión que consideres más adecuada:
1. La Amazonia entre enero y mayo
Meterse en el Amazonas entre enero y mayo supone visitar una zona en la que las lluvias son muy intensas, llegando a ser torrenciales. Llueve mucho, muchísimo, y aunque en ocasiones la lluvias son cortas e intensas y vienen seguidas por periodos de sol, también hay largos y prolongados periodos de lluvias ininterrumpidas. Conforme se entra en junio las lluvias van disminuyendo. Una ventaja del periodo de la inundación con respecto al del estiaje es que en el primero hace un calor más llevadero que en el segundo.
2. La Amazonia entre junio y septiembre
De poder elegir las fechas, eligiríamos visitar la Amazonia entre el final de la inundación y el comienzo del estiaje, un periodo que reúne algunas de las características más interesantes de las dos fases.
* el río ha comenzado a bajar dejando al descubierto las playas amazónicas, principalmente en Alter do Chão y la región del río Tapajós (cuanto más tarde, más metros de playa encontraréis, pero en julio ya se pueden contemplar bastantes).
* comienza a hacer calor pero todavía no es tan intenso como en el periodo final del año.
* ha comenzado a bajar el nivel del río en los igapós, los bosques inundados, pero todavía se puede navegar por ellos. Y los igapós son una de las sorpresas más encantadoras que la Amazonia regala a sus visitantes.
3. La Amazonia entre octubre y diciembre
Estamos en el auge del estiaje. Llueve menos (aunque sigue haciéndolo con regularidad) y el calor se intensifica. Desaparecen casi por completo los igapós, que ahora son recorridos a pie caminando por el suelo de la selva. Las playas fluviales están en su máximo esplendor.