Se podría decir que los riads son el equivalente en Marruecos a las casas rurales en España, aunque yo añada que a “las mejores casas rurales” de nuestro país.
Los Riads son casas tradicionales marroquíes situadas dentro de las medinas o de la ciudad antigua, principalmente en Marrakech, Essaouira y Fes. Son pequeños palacios que en muchas ocasiones han sido adquiridos por europeos y restaurados. Como es habitual en la cultura árabe, la belleza se guarda de puertas para adentro.
Por fuera tan sólo podemos ver una tosca fachada, pero tras cruzar el umbral descubrimos un bonito patio donde suele haber plantas, fuentes o piscinas, a cuyo alrededor están las habitaciones. Las casas suelen tener dos alturas y una terraza en la planta superior en la que se sirve el desayuno y se hace la vida social.
Hay una gran oferta de Riads en Marrakech. Uno de los más recomendados es el Riad El Wiam, a sólo 10 minutos de la Plaza Jamaa El Fna, que nos recibe con cinco acogedoras habitaciones de hermosa decoración tradicional. En este riad encontramos calefacción, aire acondicionado, habitaciones insonorizadas, baño de vapor, solárium, spa, jacuzzi, balneario, gimnasio y servicio de masajes, entre otras muy buenas comodidades.
Otro Riad cercano a la Plaza Jamaa El Fna es el Riad Les 5 Soeurs que nos ofrece tres habitaciones y una suite, todas con una maravillosa vista de la Cordillera del Atlas.
Por último, el Riad Les Jardins de La Medina, ubicado en pleno centro de Marrakech, en el barrio de Casbah, es impresionante. Son 36 habitaciones rodeadas de jardines de olivos y naranjos que se suman a excelentes servicios como gimnasio, piscina, baño turco, solárium, spa y balneario.
Una vez te instales en tu Riad querrás hacer un poco de vida de turista. Pues bien, una buena opción es comenzar por La Medina o “Ciudad Vieja”, núcleo histórico y tradicional de Marraquech. No dejes de visitar la Plaza Jamaa El Fna, una ocasión única de conocer y adquirir excelentes productos representativos del arte popular marroquí.
Todo en Marrakech gira en torno a Jamaa el Fna. Miles de personas se dan cita en este espacio público llenándolo de color, cultura y negocio. Contadores de cuentos, maestros exponiendo sus enseñanzas, encantadores de serpientes, danzantes, dentistas, vendedores de zumos de fruta, acróbatas, escritores de cartas, aguadores… un infinito número de actividades y personas que se juntan y van abarrotando la plaza y sus callejuelas adyacentes según va llegando la noche.
Vía dondeviajar.com
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