Ocho maravillosas leyendas de la Alhambra de Granada

Escrito el 30 de Junio de 2012 por turisticut

Tan reconocida es la fama de la  Alhambra de Granada a nivel mundial, tantos viajeros la visitan al año y tanto se ha hablado y escrito ya sobre ella, sus estancias, rincones y jardines, que hasta sus leyendas contribuyen a su grandeza.

Muchas y variadas son las versiones sobre el nombre de esta fortificación, pues hay evidencias históricas de que “sus muros se elevaban blancos y brillantes”. La más aceptada corresponde al escritor Ibn Al-jabti, que lo atribuye a su apresurada construcción, ya que los obreros habían de trabajar de sol a sol. Así, de día sus herramientas relucían con tono rojizo por efecto de la luz del astro rey, mientras de noche la iluminación de sus antorchas producía ese mismo resultado tonal.

La Alhambra, ciudad palatina andalusí, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, junto al Generalife, por el comité de la UNESCO, el 2 de noviembre de 1984. Cinco años más tarde, se añadió a esta denominación el Albaicín, que constituye uno de los barrios antiguos de Granada. Recientemente, la Alhambra ha sido propuesta para ser nombrada una de las 7 Maravillas del Mundo, pero quedó a las puertas.

Sin embargo, por su extraordinaria belleza y su estado de conservación, bien pudiera crearse, para ella, la categoría de octava maravilla.

La leyenda de El Suspiro del Moro

En el año de 1492 los Reyes Católicos conquistaron el reino de Granada. Cuenta la leyenda que, tras entregar el rey Boabdil las llaves de la ciudad a los reyes de Castilla y Aragón, cuando alcanzaba la colina así conocida, se volvió por fin y, suspirando, rompió a llorar, momento en que su madre le dijo: “Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre”

La leyenda de La Silla del Moro

La vida supuestamente disoluta que llevaba el rey Boabdil, al parecer dio lugar a un amotinamiento en la ciudad de Alhambra. Por este motivo, el rey tuvo que refugiarse en una apartada colina desde la que, sentado en su cima, divisaba su ciudad sublevada, que por tal razón aún hoy es así conocida.

La leyenda de El Reloj de Sol
Según cuentan, la Alhambra en su conjunto puede ser considerada un enorme reloj de sol. Esto es así ya que, al igual que con un reloj de sol podríamos seguir el transcurrir de todas las horas del día, en la ciudad granadina podemos hacerlo a través de sus estancias. Este fenómeno es especialmente evidente al mediodía, momento en que las dependencias quedan divididas por su mitad como efecto de la sombra.

La leyenda de La Puerta de la Justicia
Existen dos leyendas particularmente bellas en torno a esta puerta.
Tan grande era su magnificencia y tan ufanos se sentían de ella, que aseguraban que si existía un caballero en la Tierra que fuese capaz, estando montado en su caballo, de tocar con la punta de su lanza la mano esculpida en lo más alto de su arco exterior, conquistaría el trono de la ciudad.
Considerada por el mundo conocido como una fortaleza inexpugnable, sumamente recia en su construcción, aseveraban que no caería bajo el ataque de mil ejércitos. De este modo, el día que la mano de su arco exterior llegara a tocar la llave del arco interior de esta puerta, sería porque había llegado el fin del mundo, pues la Alhambra estaría en ruinas.

La leyenda de El Soldado Encantado
Cuentan de un estudiante salmantino que, llegado a Granada con el fin de recavar fondos para sufragar sus estudios, reparó en un anacrónico soldado, vestido con armadura y portando una lanza. Acercóse a preguntarle y éste le respondió que penaba desde 300 años ya por una maldición, lanzada por un alfaquí musulmán, que le conjuró a custodiar por toda la eternidad el tesoro de Boabdil, otorgándole licencia para salir de la estancia del botín sólo una vez cada cien años. El estudiante, interesado en su problema, y avisado de las riquezas que podría hallar en el escondrijo, le ofreció su ayuda. Debía buscar una joven cristiana y un sacerdote en ayuno para deshacer el hechizo. El joven consiguió a la primera sin esfuerzo, pero el único cura que estuvo dispuesto a acompañarle estaba aquejado de gula impenitente. A mitad de conjuro, el clérigo se abalanzó sobre los manjares que estaban preparados para el final del sortilegio, rompiendo la tregua del hechizo, y dejando dentro, de nuevo y para siempre, al soldado encantado.

La leyenda de la sala de los Abencerrajes
En esta sala, que fue alcoba del sultán y por tanto carecía de ventanas al exterior, fueron asesinados los treinta y siete caballeros de la familia Abencerrajes reunidos con ocasión de una fiesta allí celebrada. El sultán ordenó decapitarlos, cegado por lo celos, insuflados por los caballeros de una familia rival, los Zenetes, que inventaron una historia de amor entre uno de los Abencerrajes y la sultana. Se cuenta que el color rojizo que aún se observa en la taza existente en esta sala, y el canal que lleva su agua hasta la Fuente de los Leones, se debe a la sangre derramada en aquella fecha.

La leyenda de los azulejos de Mexuar
Es ésta la sala más antigua del palacio. El sultán se situaba en ella, dentro de una cámara elevada, oculta por celosías, con el fin de escuchar sin ser visto. Desde allí prestaba audiencia e impartía justicia. Es un hecho históricamente comprobado que el sultán tenía en la época cualidad judicial, y sus sentencias eran conocidas por ecuánimes e imparciales. En su puerta, anunciando su razón de ser, había un azulejo con un cartel que rezaba: “Entra y pide. No temas pedir justicia, que hallarla has”.

Fuente y fotos: http://www.revistaiberica.com/Rutas_y_destinos/anda/alhambra.htm

La Villa de Alarcón, un gran conjunto Histórico-Artístico

Escrito el 3 de Abril de 2011 por turisticut

En un cerrado meandro del río Júcar se yergue el promontorio sobre el que se asienta la localidad de Alarcón, una de las más atractivas de la provincia de Cuenca, situada a medio camino entre Madrid y Valencia.

Desviándose unos 20 kilómetros de la A-3, autovía que comunica la capital española con las playas levantinas, se llega a esta villa conquense, consolidada como fortaleza árabe y considerada un conjunto singular de la geografía española.

Historia

Existen restos que demuestran que sus primeros moradores fueron los iberos, así como que en sus tierras estuvieron establecidos los romanos; pero los rumores señalan a un hijo de Alarico, rey de los visigodos, como quien bautizó esta antigua villa con el nombre de Alaricón, convirtiéndose con el tiempo en Alarcón.

Numerosas conquistas y reconquistas entre moros y cristianos tuvieron como marco este pueblo manchego, siendo durante la Reconquista cuando alcanzó los tiempos de gloria y esplendor. El actual Parador de Alarcón fue alcázar en los primeros años del siglo VIII y entre sus paredes se desarrollaron algunos capítulos importantes de la Historia de España: falleció el príncipe musulmán El Ciego; se sublevó Omar Ibn Hafsún; Fernán Martín de Ceballos realizó una loable hazaña, al escalar los muros del edificio, apoyándose en dos dagas, y lograr conquistarlo bajo el reinado de Alfonso VIII y se fundaron los Tercios de Alarcón, que intervinieron, decisivamente, en la batalla de las Navas de Tolosa (1212).

Pero no sólo guerras tuvieron lugar en este marco incomparable: también el amor y la literatura fueron protagonistas de sus muros. Al Infante Don Juan Manuel, que dominó Alarcón a partir del siglo XIV, le sirvió el castillo como morada e inspiración literaria, escribiendo, entre sus paredes, parte de su obra. A la muerte del infante, el castillo retornó al patrimonio real para ser cedido, en el siglo XV, a don Juan Pacheco, marqués de Villena. Posteriormente estuvo años años a la intemperie, siendo utilizado como lugar de juegos y trastadas por los más pequeños de la villa, hasta que en 1963, el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, continuando con su labor de crear paradores nacionales, decidió rehabilitarlo como tal. En 1966 abrió sus puertas con el nombre de Parador Nacional Marqués de Villena y, de esta manera, las murallas, que habían servido de defensa, se convirtieron en la puerta a la paz y tranquilidad.
Iglesias medievales y arte contemporáneo

El conjunto defensivo que posee Alarcón, formado por castillo, murallas, cinco puertas y cinco torreones, es uno de los más espectaculares de España. Tres consecutivas puertas de muralla, defendidas, a su vez, por torreones, abren el camino al pueblo por el único acceso existente. Se trata de la Puerta y Torre del Campo, la Puerta y Torre del Calabozo (o de enmedio) y la Puerta del Bodegón. En la ladera izquierda del río se encuentra la Puerta de Chinchilla o de Las Moreras y en la derecha, la Puerta del Río que da acceso a una pequeña península formada sobre el río Júcar y sobre la que se sitúa la Torre de los Alarconcillos.

El castillo es el edificio más emblemático de toda la villa. Su trazado árabe, con planta triangular, y el patio, con pozo y pila, trasladan al visitante a la época medieval. No obstante, no sólo el Parador merece ser visitado en este pueblo castellano-manchego:

  • Plaza del Infante Don Juan Manuel o Plaza Mayor. Presenta una estructura típica medieval, con forma rectangular y el Ayuntamiento, edificio del sigo XVI con una galería porticada con cinco vanos de arcos carpaneles.
  • Iglesia de Santa María. Posee capillas barrocas, elementos góticos y platerescos. Este último es el estilo dominante que puede apreciarse en las naves y la portada principal (ver imagen inferior), cubierta por un portal de casetones atribuido a Esteban Jamete de Orleans; del taller de este mismo autor son el retablo, la pila bautismal y la sacristía. En el interior de la iglesia se puede observar un bello templete barroco popular policromado.
  • Iglesia de Santa Trinidad. Construcción de planta rectangular con dos naves, una del siglo XIII y otra añadida a principios del XVI, aunque la bóveda más antigua data del siglo XV. La fachada, plateresca, se encuentra coronada por los blasones del segundo marqués de Villena y su torre se levanta sobre el llamado Arco de la Villa.
  • Iglesia de Santo Domingo de Silos. Románica, fue construida en el siglo XIII con intervenciones renacentistas y barrocas. Tras ser rehabilitada, pasó a utilizarse como auditorium y sala de exposiciones.
  • Iglesia de San Juan Bautista. Edificio del siglo XVI, construido sobre una antigua iglesia románica (de la que queda la torre). Es de una sola nave, con bóveda de cañón y contrafuertes interiores que delimitan las capillas laterales. Posee una espadaña del siglo XVIII, así como una portada clásica manierista. En la actualidad es la iglesia más conocida y visitada del pueblo, al poseer en su interior el Centro de Arte Contemporáneo de Pintura Mural de Alarcón. Este proyecto, patrocinado por la Unesco, permitió que el artista Jesús Mateo transformase una iglesia abandonada en un lugar donde las formas y el color dan rienda suelta a la imaginación.

Paisaje y comida excelentes

Las hoces del río Júcar que rodean la villa, el embalse de Alarcón (a escasos kilómetros), así como la naturaleza propia del lugar, también permiten el desarrollo de múltiples actividades de ocio. Rutas de senderismo, a caballo o en bicicleta, así como la práctica de la pesca o caza deportiva pueden practicarse durante la visita a Alarcón.

Por supuesto no se debe abandonar la villa sin degustar la comida típica conquense. Existen varios locales donde hacerlo como el Parador, el hotel Villa de Alarcón, algunos bares y mesones, y el restaurante La Cabaña, cuyas privilegiadas vistas permiten duplicar el disfrute del buen yantar que ofrece su cocina.

Alarcón, protagonista de la Historia en época medieval, ha sabido adaptarse a los tiempos actuales, con la creación de hoteles y restaurantes, la puesta en marcha de actividades al aire libre, la realización de pinturas contemporáneas en una iglesia del siglo XVI y la aparición como decorado en unos dibujos animados japoneses.

Vía suite101.net