Nueva York encarna el paradigma de lo moderno, de lo desmesurado, de lo actual. Sueño para muchos, el espejo norteamericano por excelencia, promete paseos entre arquitecturas de dimensiones sobrecogedoras, tentadores escaparates de lujo y algunos de los escenarios más legendarios de la gran pantalla.
LA GRAN MANZANA
Manhattan es, sin lugar a dudas, la zona neoyorquina más renombrada y la que aglutina los enclaves más conocidos de la ciudad. Ciudad dentro de la ciudad, es a la vez centro financiero, comercial y de ocio, y su visita requiere varios días.
En el sur del distrito, hallaremos la tristemente célebre Zona Cero, donde se alzaban las torres que fueron durante años uno de los emblemas de “la Gran Manzana” (The Big Apple). Muy cerca, en Battery Park, pueden comprarse los billetes para el ferry que diariamente se acerca a Ellis Island y a la Estatua de la Libertad, icono por excelencia de la ciudad.
Otro de sus símbolos es Central Park, el pulmón en el que sus habitantes “recargan las pilas” jugando, practicando deportes al aire libre u organizando picnics. En las inmediaciones del cruce entre Central Park y la Quinta Avenida se encuentran tres de los monumentos más renombrados de la ciudad: St Patrick’s Cathedral, que contrasta impertinente con el modernismo exacerbado de su entorno, el Rockefeller Center, con su famosa pista de hielo en invierno y la Biblioteca Pública.
LUJO EN LOS ESCAPARATES
Conocer Nueva York es descubrir también las tiendas de lujo que abarrotan sus calles. Uno no debe tener reparo en curiosear sus existencias aunque no tenga pensado comprar nada. El window-shopping es algo habitual en Nueva York. La Quinta Avenida es la calle más chic de la ciudad y todos los grandes de la moda cuentan con su boutique allí. Puede optarse también por los centros comerciales del distrito o por The Garment District, aunque debe evitarse la zona de Times Square donde usualmente se venden artículos de baja calidad a altos precios.
UNA AMPLIA OFERTA CULTURAL
Lejos de la frivolidad que se le imputa, Nueva York es profusa en una cultura abanderada por sus teatros o museos. Los famosos musicales de Broadway o su espectacular Museo de Arte Moderno (MOMA) son buena prueba de ello. Además, lindando con Central Park se expande el Museum Mille, donde se concentran el Metropolitan, el Guggenheim, el Whitney y la Frick Collection.
Vía todoviajar.com