Viena en un fin de semana

Escrito el 11 de Mayo de 2012 por turisticut

Visitar Viena es trasladarse de vuelta al siglo XIX. Sus cafés, sus calles y sus monumentos crean una mezcla perfecta que puede saborearse en un fin de semana.

La capital de Austria es una de las ciudades más antiguas de Europa y, como tal, una de las que tienen un mayor valor histórico y cultural. Bañada por el Danubio, Viena conserva aún todo el encanto del Imperio Austro-húngaro en sus calles,  que deleitarán al turista. Aunque Viena tiene una amplia oferta de monumentos, en dos días se pueden ver los puntos más emblemáticos.

Qué ver en Viena

En Viena hay decenas de lugares imprescindibles para visitar, pero en un viaje de pocos días, es necesario hacer una selección:

- Palacio de Schönbrunn. Le llaman también el palacio de Sisí, la famosa emperatriz de Austria. Tradicionalmente, era el palacio de verano de los emperadores. Recomendables sus jardines.

- Palacio Belvedere. Para aquellos que disfruten del arte y lleguen a Viena para disfrutar de las pinturas del Gustav Klimt.

- Biblioteca Nacional de Viena. Es una de las bibliotecas más impresionantes del mundo, con miles de incunables y situada en un edificio del siglo XVIII.

- Ópera de Viena. Es sin duda, uno de los símbolos de Viena. Conseguir una entrada es difícil, pero se pueden hacer visitas guiadas.

- El Wurstelprater. El parque de atracciones de Viena es uno de los lugares más curiosos de la ciudad, ya que conserva muchas atracciones antiguas.

- Karlskirche. La iglesia de San Carlos Borromeo es uno de los principales edificios barroco de la ciudad, en cuyas paredes se mezclan además elementos de otros estilos.

- Catedral de San Esteban. La Stephansdom es uno de los edificios más impresionantes de Viena. De estilo gótico, fue construida en el siglo XIV. Destaca su tejado y la fachada exterior.

- Naschmarkt. o mercado callejero. Un lugar imprescindible para conocer los productos típicos del país y para dejarse llevar por los sentidos.

- Cafés de Viena. La capital austriaca es famosa por sus cafés, muchos de ellos centenarios, donde se sirven además deliciosos postres.

Itinerarios en Viena

Un itinerario de dos días en Viena puede ser suficiente para ver los monumentos más importantes, aunque deberá aprovecharse bien las jornadas.

El primer día se puede comenzar visitando el casco antiguo de Viena, viendo por la mañana la Ópera de Viena, la Catedral de San Esteban y el centro de la ciudad, donde se pueden encontrar otros edificios interesantes.

Por la tarde, puede ser una buena idea ir a ver la Iglesia de San Carlos Borromeo y el Palacio del Belvedere, para terminar la jornada en el Naschmarkt, abierto hasta las 19:30.

El segundo día se puede dedicar al Palacio de Schönbrunn, donde se puede pasar la mañana. Ya por la tarde, después de comer se puede visitar la Biblioteca Nacional y terminar la jornada en el Parque de atracciones.

Los cafés se pueden ir intercalando en ambos días para degustar sus exquisitos postres. Son especialmente recomendables el Café Central, el Café Prückel o el Café Hawelka. El Imperial es uno de los más famosos y con mayor historia, ya que Hitler estableció en él su cuartel general, pero sus precios son prohibitivos.

El tiempo en Viena

Es indispensable conocer el tiempo en Viena para ir bien preparado. Viene tiene un clima de tipo oceánico, donde nunca se encontrarán altas temperaturas. El invierno es muy frío, por lo que no es una época propicia para hacer turismo, excepto por la pintoresca estampa que da la nieve en sus calles.

En verano, la temperatura es fresca, en torno a los 18 grados, y las lluvias son frecuentes. Es recomendable, por tanto, no llevar ropa demasiado ligera y hacerse con un paraguas pequeño por si la lluvia sorprende.

Buscar un hotel en Viena

En Viena, hay una variada oferta de hoteles que van desde pequeños albergues a hoteles de cinco estrellas que parecen los palacios de los emperadores austriacos. Es importante que el hotel sea céntrico, ya que su red de transporte público no es tan buena como en otras ciudades europeas. Algunas opciones pueden ser el Courtyard Vienna Schoenbrunn, cercano al palacio Schoenbrunn pero bien conectado, o el Hotel Pension Shermin.

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