Playas que desaparecen, playas arcoiris, de basalto… La segunda parte de las playas más raras del mundo recogidas del blog de El Viajero -las diez más sorprendentes seleccionadas por Lonely Planet- es. si cabe, aún más increíble que la primera. ¡No os la perdáis!
06 Acantilados con arco iris
Rainbow beach, Australia
Hay miles de playas en el mundo en las que se puede ver un arco iris espectacular, pero pocas como el que se forma en Raibow Beach, una playa cercana a Fraser Island (la isla arenosa más grande del mundo), que refleja colores rojos o verdes, pero sobre todo, un arco iris de estrías casi comestibles de color turrón, rosa, miel y crema. Dice una leyenda aborigen australiana que un espíritu personificado en el arco iris se precipitó por los riscos durante una pelea por una mujer, manchándolos con sus colores. Desde lejos la arena parece dorada, pero si se toma un puñado se puede apreciar el prisma de colores que irradia. Y hay mucho más que observar en la isla: por ejemplo, los delfines, que se pueden contemplar a primera hora de la mañana en la cercana Tin Can Bay. Lonely Planet aconseja madrugar para alimentarles personalmente (solo comen una vez al día, a las 8.00).
07 Con trols bajo la lluvia
Playa de Vík, Islandia
Islandia es una isla extraña, en la que no resultaría raro encontrarnos con trols y otros seres mitológicos (¿o reales?). Según la tradición popular, uno de los lugares donde es fácil verlos es en la playa de Vík, porque allí el sol alcanzó a unos desafortunados trols y les convirtió en las extrañas figuras de basalto que se alzan como esculturas vigilando las frías costas atlánticas. Vík está en la costa suroeste de Islandia, y presume de esta playa y también de ser el punto más meridional y el lugar más lluvioso del país. Las olas blancas bañan la arena de un negro intenso, como una playa vista en negativo, mientras que al fondo centellean los acantilados verdosos. No hay mucho más que ver en Vík, pero es un punto de paso imprescindible ya que se encuentra en la ruta principal de circunvalación de la isla (Ring Road). El alojamiento en Vik es escaso. Se puede probar en el hostal local.
08 Una playa custodiada por guerreros de basalto
Calzada de los gigantes, Irlanda del Norte
Los de Vík no son los únicos gigantes de basalto que custodian una playa. En Irlanda también tienen los suyos, concretamente en la famosa y espectacular Calzada de los Gigantes, en Irlanda del Norte. Las erupciones volcánicas han modelado miles de columnas de basalto en precisas formas hexagonales, dispuestas como los tubos de un órgano. La mitología local cuenta que el guerrero Finn McCool y un gigante escocés, tras intercambiar a gritos amenazas por encima del mar, comenzaron a construir, cada uno por su lado, una calzada para poder alcanzarse. La geología apoya este mito: existen estructuras similares en el lado escocés. Lonely Planet recomienda no perderse, en particular, algunas estructuras como la Bota del Gigante y las Pilas de Chimeneas. La Calzada del Gigante esta cerca de Bushmills, en el condado de Antrim. El Ulsterbus 252 realiza un recorrido circular de Belfast a los Antrim Glens.
09 Roja, negra ¡y verde!
Papakolea, Hawai
Las islas volcanicas de Hawai no suelen ser blancas, porque la arena aparece mezclada con ébano negro, rojo marciano y !verde! Aunque la arena de Papakōlea no es exactamente de color esmeralda brillante, si que tiene un tono verdoso que se debe a los cristales de olivino (conocido como el “diamante hawaiano”) depositados en ella tras una erupción volcánica hace unos diez mil anos. Como los cristales son mas pesados que el resto de los materiales volcánicos, cuando las aguas arrastran a los demás componentes, la playa se vuelve todavía más verde. En el futuro, cuando el olivino desparezca por completo, la playa volverá a ser gris. Sólo se pueden encontrar playas parecidas en las Islas Galápagos o en Guam. La playa de Papakōlea esta en el distrito Ka‘u, cerca de Ka Lae (South Point), Para llegar hasta la playa, hay que caminar hasta el cono de ceniza y descender.
10 Playas que desaparecen
Chandipur, India
Los que son “del norte” presumen de playas con grandes mareas… será porque no han ido Chandipur, en el sur de la India. Aquí el mar hace un truco de magia: ¡desaparece! Con bajamar dice adiós y se retira unos 5 km (espeluznante). Mientras que esperamos a que vuelva el mar, nos dará tiempo a pasear por el lecho marino, lleno de conchas y pequeños cangrejos rojos. Aunque no suele figurar en las rutas turísticas clásicas, la visita a Orissa merece la pena, incluso si no vamos a la playa. No hay que dejar de visitar la ciudad de Puri (sagrada para los hinduistas) en junio o julio para asistir al increíble festival de Rath Yatra dedicado al dios Jagannath.