El archipiélago de Samoa está entre el Pacífico Sur, Hawaii y Nueva Zelanda. Son un grupo de islas que, junto con otros archipiélagos, forman la Polinesia. En este paraíso encontraremos clima y paisaje tropical, con una frondosa vegetación que conforma entornos selváticos ideales para la práctica del senderismo. La afluencia turística no es tan grande como en otros archipiélagos vecinos, como las islas Fiji, así que es un destino perfecto para quienes rehuyan las masas. Los amantes del lujo bajo las palmeras también encontrarán complejos hoteleros de envergadura, integrados en un entorno único.
Las islas de Savaii, Upolu, Manono y Apolina, por orden de extensión, son las únicas pobladas de Samoa y aquellas en las que podremos disfrutar de nuestra estancia turística. Los amantes de la belleza de la naturaleza más allá de las playas, el snorkel o el submarinismo deben tomar en consideración una visita a las cascadas de Papapapaitai, Togitogiga y, sobre todo, los preciosos saltos de agua de Sopoaga y Fuipisia. El puente colgante a 40 metros de altura en la Falealupo Rainforest Reserve es ideal para los más intrépidos, mientras que una visita al lago Lanotoo y un baño entre tortugas son también actividades imprescindibles en el lugar.
La mejor época para visitar Samoa es entre mayo y septiembre. Entre noviembre y abril es época lluviosa, aunque abundan los días de sol, por lo que tampoco hay porqué descartar el viaje. No obstante, se recomienda estar pendiente de las previsiones dadas las fuertes tormentas y ciclones típicos del Pacífico. Por lo demás, es un viaje 100% seguro. Gente amable, cordial y apacible y delincuencia bajo mínimos.
Vía Dónde Viajar