Si estás pensando visitar Tenerife esta primavera y conocer la isla a través de su cultura y tradiciones- algunas prácticamente desconocidas en la Península-, no lo dudes. Paganas o cristianas, la fiesta está servida.
Tenerife en primavera, de festival en festival
Las Alfombras de la Orotava.- El Gobierno de Canarias declaró en 2007 las alfombras de flores y arena de la Festividad del Corpus Christi, Bien de Interés Cultural. Con los años se ha configurado como un espectáculo exclusivo para los que quieran desplazarse hasta allí. En La Orotava las alfombras alcanzan un excepcional mérito artístico, especialmente la ubicada frente a la fachada principal del Ayuntamiento, de casi mil metros cuadrados de superficie. Las alfombras de La Orotava han alcanzado notoriedad internacional y son miles los turistas que, cada año, se acercan a esta villa a disfrutar de tan especial acontecimiento el próximo 14 de junio.
Los Hachitos de Icod de los Vinos.- Cuatro son los ingredientes que no faltan en esta fiesta: el fuego y la pasión y la luz y el color. El hachito es una especie de estandarte de madera, de gran vistosidad, que se prende, en el municipio de Icod de los Vinos, para iluminar la noche de San Juan. Esta tradición festiva de características únicas probablemente tiene sus orígenes en épocas anteriores a la conquista de Tenerife por la Corona de Castilla. Según la zona del municipio, los hachitos tienen unas características distintivas. En el barrio de Las Canales alcanzan los tres metros de altura y tiene 3 brazos. Al son de la música, cientos de hachitos inician el ascenso a la montaña donde se encienden formando una imagen sorprendente.
La Noche de San Juan en toda la isla.- Son muchas las localidades de Tenerife que celebran la llegada del solsticio de verano, la noche de San Juan con las tradicionales hogueras. La celebración tiene, casi en cada lugar, sus propias particularidades pero siempre en torno al fuego y a los ritos para dejar atrás lo malo y dar paso a lo bueno mediante la quema de objetos viejos. Así, en San Juan de la Rambla y Garachico, al norte de la Isla, esta mágica noche se celebra con fuegos artificiales acústicos y bolas de fuego hechas con sacos de serrín y en muchísimas playas de todo Tenerife se prenden hogueras y se espera junto a ellas el clarear del día y el final de esta noche mágica del 23 de junio.