En Málaga el sol y el mar dominan la vida cotidiana y también la del visitante. Situada entre los montes y el mar, la vista del Mediterráneo está presente en muchos aspectos de la actividad de sus habitantes y es casi imposible escaparse a su influjo. Algunos de los mejores placeres de los que se puede disfrutar en la capital de la Costa del Sol se encuentran a la orilla del mar.
Por muy tópico que parezca, darse un homenaje de espetos de sardinas y otros frutos del mar casi a pie de arena es posible en Málaga capital y en muchos de los pueblos cercanos a un precio muy asequible. En la ciudad, los restaurantes más famosos para tomar pescaito se encuentran en el paseo marítimo de Pedregalejo. El paseo trancurre junto a la playa, donde además podemos ver las jábegas, unas embarcaciones de pesca típicas del litoral malagueño y que han sido recuperadas recientemente gracias a la puesta en marcha de las regatas de jábegas.
Los mejores espetos de sardinas se pueden tomar en primavera y verano, cuando se abre la época de pesca de sardinas en la costa malagueña. Las mejores y autóctonas son de un tamaño medio, más bien pequeño, mucho más sabrosas que las grandes que se sirven en otras épocas del año y que vienen de otros caladeros de pesca.
En el mismo paseo de Pedregalejo se han abierto recientemente bares dirigidos a un público joven donde se puede disfrutar de un café, un cóctel o un combinado a la orilla del mar o en el interior, en un ambiente distendido y con música.
En este recorrido paisajístico y gastronómico de Málaga, no nos puede faltar la visita del Castillo de Gibralfaro. Su nombre se remonta a la antigua construcción fenicia, sobre la que Yusuf I de Granada construyó el castillo, y donde había un faro. El castillo fue muy importante durante la reconquista de los Reyes Católicos, que infligieron un duro asedio hasta conquistar la ciudad. Como muchos de los castillos de la franja mediterránea, una de sus mejores cualidades actuales son las vistas de la ciudad que proporciona. De hecho, a lo largo de la carretera que asciende hasta él podemos hacer alto en un mirador desde donde se divisa la plaza de toros, el centro de la ciudad, la playa de la Malagueta (la más céntrica de la ciudad), pero también el puerto y las playas de Huelin y Pedregalejo extendiéndose en sentidos opuestos de la costa malagueña.
Al pie de la montaña se encuentra la Alcazaba y el Teatro romano.
La Alcazaba es uno de los monumentos más representativos de la ciudad. Es un palacio fortaleza construido por los gobernantes musulmanes de la ciudad durante el siglo XI.
El teatro romano se encuentra ubicado al pie de la Alcazaba. Fue descubierto en 1951 cuando se estaba construyiendo un jardin para dar entrada a la Casa de la Cultura. El teatro se remonta a la época de Augusto y fue utilizado hasta el S.III. Después, los musulmanes lo hicieron servir como cantera de materiales para la restructuración de la Alcazaba.
De tapas por el centro
La calle Molina Lario es uno de los ejes principales del centro histórico malagueño. La plaza de la Constitución o la famosa plaza de la Merced, donde se encuentra la casa donde nació Pablo Picaso, son puntos de referencia indispensables para recorrer el casco antiguo. Es recomendable realizar una visita a plena luz del sol, para disfrutar del ambiente de terrazas y poder perderse en las antiguas calles de la judería o recogerse en la Catedral de Málaga, conocida como ‘La manquita’. El apodo se debe a su asimetría, ya que una de sus torres no llegó a terminarse. Históricamente se ha dicho que nunca se terminó porque el dinero dirigido a terminar la torre se empleó para arreglar los caminos de Antequera y Vélez, aunque hay una versión más romántica que hace referencia a un desvío de los fondos para sufragar la guerra de la independencia norteamericana.
Es recomendable alojarse en un hotel de Málaga durante la visita de la ciudad, ya que si tenemos que trasladarnos a alguna de las poblaciones costeras de la provincia no podremos difrutar del ambiente nocturno y los tradicionales bares de tapas del centro.
Si quieres tapear, en la web A tapear! tienes una buena selección de bares donde ir y hacer una ruta por el centro de la ciudad.
Te recomendamos pasar por:
- La Campana, un bar con la típica decoración de taberna, está situado en calle Granada, en pleno centro y podrás tomar unas tapas de pescaito antes de seguir tu ruta.
- Cortijo de Pepe es sin lugar a dudas una de las paradas obligatorias. Está en la plaza de la Merced y tiene unas tapas y carnes de muy buena calidad ¡altamente recomendable!
- La Casa del Piyayo, también en calle Granada es uno de los lugares donde mejor se tapea en Málaga, el adobo y los calamares están deliciosos.
¡Ah! Y no olvides pasarte por la bodega El Pimpi, aunque sólo sea para tomarte un Cartojal (vino dulce), un fino o una cerveza, tiene una increíble colección de fotografías de personajes famosos que han pasado por el local y se ha convertido en toda una tradición para quien llega a la ciudad por primera vez.
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