Seas como seas, Lisboa tiene un plan para ti

Escrito el 14 de Agosto de 2012 por turisticut

Lisboa es famosa por sus fados, su luz y su maravilloso aire decadente, pero también por su ambiente y su clima que ofrecen paseos maravillosos a lo largo de las diferentes zonas de la ciudad. Si la visitas en familia, con amigos o en pareja, no olvides que seas como seas, Lisboa tiene un plan para ti. ¡Descúbrelos!

Para los sofisticados

Para los noctámbulos más elitistas, recomendamos una velada en la discoteca Lux propiedad del actor John Malkovich–, situada en la Avenida Infante Don Henrique. Tiene unos interiores y una terraza espectaculares para vivir una noche de lujo inolvidable.

Visitar el Centro Cultural de Belem (Praça do Império) y el Museo Gulbenkian (Avenida de Berna, 45) será vital para los que quieran estar más al día de la “movida” cultural lisboeta. Ambos son, por calidad y programación, los dos centros más punteros de la capital.

Disfrutar del relax

El Spa Acqua Spa Acqua (Av. D. João II, Parque das Nações), situado en las afueras de la ciudad, es un espacio intimista dedicado a los que quieran experimentar sensaciones de relax total. Sus tratamientos medicinales buscan el siempre difícil equilibrio entre cuerpo y mente. Quien tenga curiosidad por ver si lo consiguen, no se arrepentirá.

Para los más aventureros

La playa de Guincho se encuentra a tan solo 10 minutos de Lisboa y es escenario de competiciones internacionales de windsurf y surf. Los más aventureros pueden alquilar tablas y tomar clases de iniciación en estas modalidades. También pueden practicar el parapente desde las rampas de salto construidas en los acantilados.

Para amigos

Si vais con la tropa a Lisboa, no dejéis de consultar el cartel de los conciertos que se realizan en el Parque da Bela Vista un anfiteatro natural de dimensiones enormes situado en la Avenida Gago Coutihno en las afueras de Lisboa. Allí han tocado Roger Waters, Madonna y Carlos Santana, entre otros.

Pasearse por la Feira da Ladra (Campo de Santa Clara, en el barrio de Alfama) será otra actividad ideal para hacer con los amigos. Este es el mercadillo más importante de la ciudad (abierto los martes y sábados de 9h a 18h) y en él podemos encontrar de todo (antigüedades, libros, ropa, cuadros, artesanía, música…) a buen precio. Muy recomendable.

Para familias

El jardín zoológico de Lisboa (Estrada de Benfica, 160) es ideal para ir en familia. Allí los más pequeños verán cómo dan de comer a los leones marinos, podrán asistir al espectáculo de la bahía de los delfines e incluso podrán montar en un teleférico. Será una propuesta muy divertida y recomendable.

Fuente: 20 minutos

Top 10 playas más raras del mundo (II)

Escrito el 6 de Agosto de 2012 por turisticut

Playas que desaparecen, playas arcoiris, de basalto… La segunda parte de las playas más raras del mundo recogidas del blog de El Viajero -las diez más sorprendentes seleccionadas por Lonely Planet- es. si cabe, aún más increíble que la primera. ¡No os la perdáis!

06 Acantilados con arco iris

Rainbow beach, Australia

Hay miles de playas en el mundo en las que se puede ver un arco iris espectacular, pero pocas como el que se forma en Raibow Beach, una playa cercana a Fraser Island (la isla arenosa más grande del mundo), que refleja colores rojos o verdes, pero sobre todo, un arco iris de estrías casi comestibles de color turrón, rosa, miel y crema. Dice una leyenda aborigen australiana que un espíritu personificado en el arco iris se precipitó por los riscos durante una pelea por una mujer, manchándolos con sus colores. Desde lejos la arena parece dorada, pero si se toma un puñado se puede apreciar el prisma de colores que irradia. Y hay mucho más que observar en la isla: por ejemplo, los delfines, que se pueden contemplar a primera hora de la mañana en la cercana Tin Can Bay. Lonely Planet aconseja madrugar para alimentarles personalmente (solo comen una vez al día, a las 8.00).

07 Con trols bajo la lluvia

Playa de Vík, Islandia

Islandia es una isla extraña, en la que no resultaría raro encontrarnos con trols y otros seres mitológicos (¿o reales?). Según la tradición popular, uno de los lugares donde es fácil verlos es en la playa de Vík, porque allí el sol alcanzó a unos desafortunados trols y les convirtió en las extrañas figuras de basalto que se alzan como esculturas vigilando las frías costas atlánticas. Vík está en la costa suroeste de Islandia, y presume de esta playa y también de ser el punto más meridional y el lugar más lluvioso del país. Las olas blancas bañan la arena de un negro intenso, como una playa vista en negativo, mientras que al fondo centellean los acantilados verdosos. No hay mucho más que ver en Vík, pero es un punto de paso imprescindible ya que se encuentra en la ruta principal de circunvalación de la isla (Ring Road). El alojamiento en Vik es escaso. Se puede probar en el hostal local.

08 Una playa custodiada por guerreros de basalto

Calzada de los gigantes, Irlanda del Norte

Los de Vík no son los únicos gigantes de basalto que custodian una playa. En Irlanda también tienen los suyos, concretamente en la famosa y espectacular Calzada de los Gigantes, en Irlanda del Norte. Las erupciones volcánicas han modelado miles de columnas de basalto en precisas formas hexagonales, dispuestas como los tubos de un órgano. La mitología local cuenta que el guerrero Finn McCool y un gigante escocés, tras intercambiar a gritos amenazas por encima del mar, comenzaron a construir, cada uno por su lado, una calzada para poder alcanzarse. La geología apoya este mito: existen estructuras similares en el lado escocés. Lonely Planet recomienda no perderse, en particular, algunas estructuras como la Bota del Gigante y las Pilas de Chimeneas. La Calzada del Gigante esta cerca de Bushmills, en el condado de Antrim. El Ulsterbus  252 realiza un recorrido circular de Belfast a los Antrim Glens.

09 Roja, negra ¡y verde!

Papakolea, Hawai

Las islas volcanicas de Hawai no suelen ser blancas, porque la arena aparece mezclada con ébano negro, rojo marciano y !verde! Aunque la arena de Papakōlea no es exactamente de color esmeralda brillante, si que tiene un tono verdoso que se debe a los cristales de olivino (conocido como el “diamante hawaiano”) depositados en ella tras una erupción volcánica hace unos diez mil anos. Como los cristales son mas pesados que el resto de los materiales volcánicos, cuando las aguas arrastran a los demás componentes, la playa se vuelve todavía más verde. En el futuro, cuando el olivino desparezca por completo, la playa volverá a ser gris. Sólo se pueden encontrar playas parecidas en las Islas Galápagos o en Guam. La playa de Papakōlea esta en el distrito Ka‘u, cerca de Ka Lae (South Point), Para llegar hasta la playa, hay que caminar hasta el cono de ceniza y descender.

10 Playas que desaparecen

Chandipur, India

Los que son “del norte” presumen de playas con grandes mareas… será porque no han ido Chandipur, en el sur de la India. Aquí el mar hace un truco de magia: ¡desaparece! Con bajamar dice adiós y se retira unos 5 km (espeluznante). Mientras que esperamos a que vuelva el mar, nos dará tiempo a pasear por el lecho marino, lleno de conchas y pequeños cangrejos rojos. Aunque no suele figurar en las rutas turísticas clásicas, la visita a Orissa merece la pena, incluso si no vamos a la playa. No hay que dejar de visitar la ciudad de Puri (sagrada para los hinduistas) en junio o julio para asistir al increíble festival de Rath Yatra dedicado al dios Jagannath.

Top 10 playas más raras del mundo (I)

Escrito el 2 de Agosto de 2012 por turisticut

Playas negras como el carbón, de cristal o blancas como la nieve… Así nos presentan en el blog de EL Viajero algunas de las playas más raras del mundo, más exactamente las diez más sorprendentes seleccionadas por Lonely Planet.

01 Una bolera de piedras y arena

Bowling ball beach, California, EE UU

Su nombre lo dice todo: Bowling Ball Beach es una playa con bolas de piedra de más de un metro de diámetro que forman largas hileras junto a la costa, como si fueran la pista de bolos de algún gigante. Esta playa californiana, situada en el condado de Mendocino resulta más llamativa por su arena verde y sus mareas evanescentes que por las propias rocas, que se ven mucho mejor con bajamar. La gente viene sobre todo para practicar surf, pescar, hacer picnic o simplemente para ver puestas de sol. Bowling Balls está en la Mendocino Coast. Para llegar en automóvil, hay que tomar la Highway 1 y salir por la Schooner Gulch Road.

02 Una (bella) playa de chatarra

Glass beach, California, EE UU

Esta playa, cubierta por pequeñas piedrecitas de vidrio de colores, es un buen ejemplo de cómo la naturaleza puede convertir la basura en algo hermoso. Hasta finales de los años sesenta, por estos acantilados la gente tiraba de todo, desde coches viejos hasta electrodomésticos. Abajo, la playa se llenó de metal, cristal y desperdicios, pero el mar puso en funcionamiento su increíble maquinaria y, como una enorme trituradora, redujo y redondeó el cristal. Ahora está prohibido tirar cosas y también recoger los cristales. En la actualidad, la playa parece una tienda de piedras preciosas en la que el sol consigue un efecto espectacular al reflejarse sobre esas miles de piezas de vidrio. Está cerca de Mendocino, en el norte de California y para llegar hay que partir de Fort Bragg, después seguir por Elm Street hasta el final y luego descender por un sendero –traicionero– hasta la playa.

03 Una playa color “rosa caribeño”

Harbour Island, Bahamas

¿Son alucinaciones o es que la arena es realmente rosa? Pues si, ¡es rosa! pero tiene su explicación: las partículas de coral se mezclan con los granos de arena blanca en la costa oriental de Harbour Island, una de las islas Bahamas, a la que no le faltan (por supuesto) las típicas aguas transparentes y azules de estas latitudes. La propuesta de Lonely Planet: tomarse un cóctel en una terraza privada con vistas a estas arenas rosadas, por ejemplo, en el Pink Sands Resort.

04 Playas con glaciar al fondo

Prince William Sound, Alaska, EE UU

No siempre las playas tienen que servir para bañarnos o tomar el sol. La prueba son las del golfo de Alaska, que en su extremo más meridional parecen realmente de otro mundo: los glaciares de marea vierten al mar, el aire es frío y puro, las cumbres se reflejan en las aguas cristalinas, y la arena negra está enmarcada por colinas verdes y hielos azulados. Son playas llenas de vida en la que podremos compartir aguas y arenas con focas comunes, nutrias, ballenas, águilas y osos, serán. Lo mejor es hacer piragüismo por un glaciar, pero si lo vemos algo peligroso, siempre tenemos la opción de recorrer el glaciar en un crucero. (www.princewilliamsound.com).

05 La negra más bella

Perissa, Santorini, Grecia

Dicen quienes la han conocido que la playa de Perissa es la más bella de Santorini. Es una playa pública, con arenas negras y vigilada por la inmensa roca de Mesa Vouno, que se ilumina de noche. La playa es larga, y aunque es muy visitada no se tiene nunca sensación de agobio. Desde allí, Lonely Planet recomienda hacer una excursión, por ejemplo, a las ruinas de Tira, una ciudad antigua, a donde se puede llegar caminando a buen paso. Si se prefiere la marcha, a pocos metros de la playa está el Stelios Place, con sus terrazas blancas , su piscina y sus buenos desayunos. Otro consejo: para caminar por la playa conviene llevar chancletas, pues la arena negra retiene más el calor.

Fuente y fotos: El Viajero (El País)

Nueva Guía Dos Mares La Manga

Escrito el 28 de Julio de 2012 por turisticut

Situada a tan solo 37 km de Cartagena, en la Región de Murcia, La Manga del Mar Menor es  un entorno privilegiado de 21 km de longitud, bañado por dos mares y con 44 km de playas.

La Manga es sin duda alguna un lugar muy peculiar, tanto, que hasta para los propios “mangueños” se hace difícil conocer todos los servicios que esta pedanía ofrece, sin mencionar las más de 200.000 personas que en verano puede aglutinar.

Bares, restaurantes, náuticas, heladerías, escuelas de vela, cervecerías, alquileres de embarcaciones, barco turístico y un largo etcétera de servicios.

Con Guía Dos Mares La Manga tendrás toda esa información en tu bolsillo:

- Base de datos con más de 700 referencias

- Geoposicionamiento, porque sabemos lo difícil que es indicar una dirección en la Manga.

- Servicios agrupados por categorías.

- Sistema de actualización de base de datos.

- Predicción metereológica (precisa conexión a internet).

- Búsqueda inteligente, escribe directamente lo que buscas ( cervecería, surf, etc… aunque no sea parte del nombre te aparecerán establecimientos asociados a dicha actividad).

- Búsqueda de servicios por proximidad usando GPS.

Podéis dercargar aquí la aplicación para Android 2.2 o superior

Vía Google Play

15 playas asturianas para perderse

Escrito el 24 de Julio de 2012 por turisticut

Qué mejor que explayarse en el tramo costero menos urbanizado de España, el asturiano, en el que la ley del Principado no permite construir a menos de 500 metros de la orilla, salvo núcleos preexistentes. En bañador o tal y como vinimos al mundo. Si cabe, poniendo en práctica esa suerte de vínculo juvenil con la naturaleza que es el surf.

Que rija un nublado no debe hacer olvidar el uso de crema solar si te animas a visitar cualquiera de las 15 mejores playas asturianas para perderse.

01 La Franca (Ribadedeva)

Los aportes del río Cabra generan un playazo de hondo sabor cantábrico, de los de caminar lentamente perdiendo la vista en el horizonte solo roto por El Castrón (en el oriente astur, a los islotes los denominan castros). Fue declarada “franca de alcábala” (exenta de impuestos) para el desembarco de mercaderías debido a su estratégica lejanía, a la par que equidistancia, de los puertos de Llanes (Asturias) y San Vicente de la Barquera (Cantabria).

En pocas playas se aprecia el coeficiente mareal como en la Franca: siempre queda arena. Durante el reflujo se alcanza a pie la colindante playa del Oso, con arco pétreo y dos peñas longitudinales que, ¡sorpresa!, conservan en su interior los vestigios de un vivero. Más allá entramos en el terreno delpedreru, muy entretenido para los más pequeños. Quien conduzca desde Cantabria deberá tomar en la carretera un carril de deceleración a mano izquierda.

02 Mirador de la Boriza: Ballota y Andrín (Llanes)

Desde uno de los miradores playeros más embaucadores de la costa española, la retina se queda un instante en estado de shock. En ningún otro punto los Picos de Europa se encuentran tan próximos al Cantábrico. La Boriza: mirador del que sacó partido cinematográfico Gonzalo Suárez en Remando al viento (1988); no en vano este concejo propone una ruta que enhebra las localizaciones de 25 rodajes (www.llanesdecine.com).

Asombra el valle de Mijares, la sierra del Cuera, la rasa (llanura entre mar y montaña) y la tan bella como peligrosa playa de Andrín. A la izquierda, la ensoñación verdiazul de la playa de Ballota frente al castro (islote). Un cuchillón rocoso, se diría que una mampara colocada adrede, resguarda la intimidad de la zona de raíz naturista. El bufón se manifiesta los días de mar picada. Los que acudan durante la pleamar deberán tender la toalla sobre guijarros.

03 Portiello y San Martín (Llanes)

Mención especial merece la preciosidad hecha arenal de estas dos calas llaniscas completamente vírgenes unidas en bajamar.

El acceso es peatonal. Desde Llanes centro, nada más rebasar la última casa de Poo, se encuentra el desvío sin señalizar a mano derecha, por donde entramos y dejamos el coche. Tomar el vial de la izquierda y tras recorrer un kilómetro en sentido Celorio nos plantamos a la vista del Portiello, playa a la que se desciende sin problemas (muchos la confunden con San Martín). Es la referencia durante la marea alta, cuando el arenal de San Martín queda sumergido impepinablemente. Este se alcanza caminando otros 500 metros por la senda costera sentido Celorio. Activar la cámara de fotos a la altura de los restos de la ermita románica de San Martín, en pleno Camino de Santiago costero: el impacto de la isla y la formación tombólica, adentrándose en el mar sin ambages, es persistente.

04 Torimbia desde Toranda (Llanes)

Los encomios a su belleza y dimensiones rara vez abandonan el terreno de lo superlativo. Torimbia fija el canon de playa verde, un paraíso declarado monumento natural. El prodigio se explica por tratarse de un predio comunal con el que los paisanos se ganaban la vida recolectando ocle, alga con la que abonaban campos, y hasta hoy surten a las industrias cosmética y farmacéutica. El acceso rodado, atravesando Niembro, permite obtener una panorámica increíble de sus hechuras. Luego es preciso descender 1,2 kilómetros por la pista que abraza la concha. Una alternativa consiste en ir andando desde el aparcamiento de la playa de Toranda (1,5 euros). Por el camino costero, salvo un breve repecho, se deja a la derecha un bufón y un islote, todo en 20 minutos. Reservar la paella (639 98 67 57) en el chiringuito que Masu tiene camuflado en Torimbia, y la cena, en el estupendo San Pelayo (http://restaurantesanpelayo.com).

05 Arenal de Morís (Caravia)

Este impagable playón verde, popular y dotado de servicios (cobran 3 euros por aparcar), reconforta por la ausencia de edificaciones. Hay que buscarlo en Caravia. Morís tiene la particularidad de reunir, claro que separados, bañistas y surferos. Casi cualquier día podremos saludar a Guillén Guardiola, monitor de Caravia Surf School (625 41 71 60), una de las personas que mejor conocen este arenal. Es Morís, pese a su configuración abierta, muy noble; avisa de los peligros y raros son los accidentes registrados.

Un plan consiste en ir andando en 10 minutos por el camino jacobeo hasta la playa de Beciella, donde se reúnen usuarios sin textiles, muchos con sus mascotas.

06 Rodiles (Villaviciosa)

Esta ola izquierda está rodeada de leyenda. Rodiles fue de las primeras playas en las que se practicó surf en Asturias, y su denominación técnica es river mouth, es decir, de boca de ría, en este caso de la de Villaviciosa. “Los sedimentos que se depositan en su entrada forman un triángulo desde cuyo vértice rompe una ola perfecta durante 250 metros”, dice Álvaro Fernández, de la veterana empresa Rodi Ride (http://rodilesurf.com). Este playazo, masificado en agosto, cuenta con parque-playa, garantía de servicios junto a las dunas y el vasto eucaliptal. El oleaje es vivo, amenazador los días de mala mar, jornadas en que se aconseja tomar la pasarela de madera que comunica, ría adentro, con Misiegu, playa y observatorio de aves.

07 Terrazas Ipanema, Playa España (Villaviciosa)

Para bajar la excelsa fabada con marisco de Los Pisones (985 89 91 68), en Venta de las Ranas, nada como buscar Playa España, donde el gijonés Fernando Alonso no dudó en pergeñar una mezcolanza de exotismos varios con sus Terrazas Ipanema (985 89 48 98; www.terrazasipanema.com). Su colorido y animación dan imagen veraniega donde hace millones de años chapoteaban los dinosaurios. Sirven mojitos, pinchan dj’s los viernes y se organizan fiestas los fines de semana, si bien el solárium situado en la verde ladera este acapara toda la atención. Está decorado con sombrillas y palmeras, y desde las hamacas se otea a los surfistas. A cambio de 10 euros, el visitante obtiene una hamaca, un cóctel servido en ella y una ducha. A partir de las 20.30 la entrada es libre. Y la vertiente lúdica, también.

08 Xagó (Gozón)

Este blanco playón apartado de los grandes nudos de comunicación, predilecto de la cantante Luz Casal, concita el interés mayoritario por sus espectaculares campos dunares, esquemas fugaces de perfiles variables. ¿Lo mejor? Recorrer las arenas blancas envueltos en la fragancia cantábrica. Conviven en ella parapentistas, si sopla viento norte, y bañistas (desnudos mayormente en la zona central). Los surfistas están abonados todo el año. “Cuando faltan olas en Xagó”, asevera Eduardo Álvarez, del Club Deportivo Xagó (www.xagosurf.com), “mejor no buscarlas en Asturias”. Rompen en la parte izquierda con marea alta y en la derecha en bajamar. A Xagó se baja por sus extremos. En la zona oriental encontramos el sector familiar con el bar Quevedo, cuya parrilla permanece abierta hasta medianoche.

09 Requesinos (Castrillón)

El rincón invita al descanso, a la contemplación. Junto con un campo de dunas en el que nos concedemos el privilegio de la naturaleza intocada. Son estos los dones de la playa de Requesinos, muy guapa, como es costumbre calificar en Asturias, por sus farallones en la arena oscura. En puridad no es sino el extremo oriental del playón de Bayas, o del Sablón, como se explicita según bajamos la cuesta de acceso. Es la favorita del público naturista. Después podemos subir al mirador sobre la isla de la Deva.

10 Aguilar (Muros de Nalón)

Si hay un arenal especialmente indicado para los meses de junio y septiembre -evitando si es posible los fines de semana-, ese es Aguilar. La playa familiar por antonomasia. Una de las mejor comunicadas.

A ella se desciende por dos viales de belleza pura: desde El Pito (Cudillero) y por el barranco bien forestado de Muros de Nalón. Los acantilados se mantienen en un discreto segundo plano, cediendo la franja arenosa a familias en busca de aguas fiables y de un nivel gradual de acceso al mar. Es otra playa que la pleamar mutila sin piedad, si bien en este caso cuenta con terreno donde esperar el reflujo, incluido zona de parrillas. A tan solo dos kilómetros está el enclave indiano de Somao (Pravia) y el mirador de Monteagudo, dos tops que nunca pueden faltar en el Principado.

11 Playa del Silencio (Cudillero)

Ni existe rasa marítima, ni señales que indiquen rareza alguna (si acaso, el revelador “Castañeras” manuscrito en el rótulo que indica Novellana y Marina en la autovía). Hasta aquí todo en orden. Sin embargo, es precisamente en la aldea de Castañeras donde arranca la bajada de 1,2 kilómetros a la playa del Silencio. No hace falta tocar la rotundidad de sus guijarros para disfrutar de este entorno donde el componente fotogénico del paisaje protegido de la costa occidental se paladea a conciencia.

La extensa panorámica de la peña Cogolla, zona de anidamiento de cormoranes moñudos, ampara una concha natural de aguas transparentes. Es preciso sentarse y dejarse invadir por el sonido de las olas que acarician la suave pendiente.

12 Barayo (Valdés/Navia)

Es una de las playas que se adoptan en España como modelo de valores medioambientales. Todos quieren parecerse a esta prodigiosa sucesión de ecosistemas catalogada como reserva natural parcial.

Pertenece en su mayor parte al concejo de Valdés/Luarca, pero resulta más recomendable entrar por Vigo (Navia). Desde el mismo aparcamiento la foto está dada. No obstante, esta maravilla hay que conocerla como si de una minirruta senderista se tratara. Rechazar las escaleras (ir a su inicio solo para realizar una fotografía panorámica; luego habría que vadear el río) y hacerlo por el camino de tierra que, pasando por el puente, traslada a un paraíso de marismas y dunas, prados y cañaverales, en el que resuena el estrépito de las anátidas. En la zona de cuevas se instala la grey naturista.

13 Frexulfe (Navia)

Entre Puerto de Vega y la ría de Navia se extiende un bello tramo litoral en el que reinan los extensos campos dunares de Frexulfe. Arenal masificado los días soleados de julio y agosto, el baño exige precaución por la presencia de corrientes. De ahí que el estuario embalsado del río Frexulfe dé mucho juego a los niños, tanto para bañarse como para jugar en la arena resguardados del viento del Noreste. La entrada por Puerto de Vega permite atisbar la playa de perfil, mejor durante los espectaculares atardeceres. Si tomamos el vial más cercano a Navia, el aparcamiento nos dejará junto a la arboleda. Antes o después es obligado visitar el encantador Puerto de Vega.

14 Mexota (Tapia de Casariego)

Gracias a no haber finalizado las obras de la autovía, mantiene el Occidente asturiano la autenticidad que depara lo remoto. La Mexota, gran referencia naturista de Asturias, se esconde donde nadie la busca: en la costa tapiega. Saliendo de Tapia de Casariego hacia Galicia, pasado Serantes se gira a la derecha hacia Villamil. Rebasar el centro de la tercera edad 300 metros y girar a la derecha por un camino de tierra a la altura de una casa rosada. Mexota consta de tres lenguas de arena blanca y fina compartimentadas por islotes afilados como hojas de cuchillo que la protegen de los fuertes oleajes. Existe una cueva donde guarecerse en caso de manifestarse el orbayu(lluvia fina).

15 Penarronda (Tapia de Casariego/Castropol)

Otro arroyo playero que delimita concejos: el de Tapia de Casariego y el de Castropol, lo que es decir la comarca del Parque Histórico del Navia y la de Oscos-Eo. Las hechuras abiertas de esta playa estupenda para el encuentro con la naturaleza dunar son impropias en una fachada litoral mayormente acantilada. Toda esta zona aledaña a la ría del Eo está declarada reserva de la biosfera.

O Castelo, la peña varada en la orilla, imprime una especial fisonomía, fija la mirada y presta nombre al playazo. Redonda y horadada en su parte central. La zona se beneficia del microclima que domina entre las rías del Eo y del Navia, y también de un oleaje al gusto surfista. A dos kilómetros se encuentra el monumental Palacete Peñalba (www.hotelpalacetepenalba.com), con restaurante también recomendado.

Vía El Viajero (El País)

Instrucciones para cleptómanos de hotel

Escrito el 20 de Julio de 2012 por turisticut

Jabón, champú, gel, kit de higiene dental… Hay muchos productos que uno puede llevarse libremente de un hotel todo incluido o de un cinco estrellas, pero para llevarse otros muchos se requiere de astucia y de criterio. De eso va este post tan divertido recogido del blog de entremujeres.com. ¡No os lo perdáis!

Instrucciones para cleptómanos de hotel

La astucia es imprescindible a la hora de determinar el plan que permitirá alzarnos con la mayor cantidad de productos dentro de nuestro bolso.

Por ejemplo, lo primero que hay que hacer una vez que el botones abandona la habitación y nos desea una feliz estancia es ir hasta el baño y arrasar con todos los amenities: shampoo, crema de enjuague, jabón, cepillo de dientes, dentífrico, hisopos, algodón y hasta el kit de costura.

¿Cuál es la urgencia? ¿Por qué no esperar hasta el momento anterior al check-out para hacer semejante cosa? Porque probablemente, en su siguiente visita, la chica encargada de la limpieza haga una reposición total que  puedes volver a vaciar a la siguiente jornada. Pero atención: una vez que la susodicha se dé cuenta de que lo tuyo es la avaricia acumulativa, comenzará a escatimar algunos refuerzos. Así, si el primer día te repone las tres botellitas (shampoo, acondicionador y jabón corporal), al quinto día probablemente sólo ponga la del shampoo. Y al séptimo, si es que tu estancia se estira tanto, tal vez sea la chica de la limpieza la que escarbe dentro de tu equipaje y vuelva a colocar algunas de las botellitas que ya habías robado.

Es importante revisar bien el baño, con cajones y todo, porque en ocasiones esconden algunos otros productos adicionales. Un caso típico es el de esa esponjita para lustrar zapatos, que se hace irresistible a los ojos del cleptómano de hotel, aún cuando sabe a priori que jamás la va a utilizar y que casi seguro la tirará a la basura cuando haga la siguiente limpieza general, mucho tiempo después, ya en su hogar.

Los albornoces, las pantuflas y las toallas -en particular si tienen el logo del hotel- hacen caer la baba a la mayoría de los huéspedes. Lamentablemente, muchos hoteles han decidido poner un cartelito en el bolsillo de la bata indicando su precio, como para dejar bien en claro que llevarla ya no es una gracia (como lo es con las botellitas de shampoo), sino un delito. Sin embargo, con estos elementos existe lo que se ha dado en llamar “maniobra distractiva para artículos ropa blanca”. Consiste en levantar el auricular del teléfono, llamar a recepción y decir: “necesitaría una toalla adicional, porque en el baño me han dejado sólo una y aquí dormimos dos personas”. La persona que llegue hasta su habitación jamás chequeará en el baño si le estabas diciendo la verdad, en particular si la atiendes en paños menores con la puerta apenas entreabierta, como quien está a punto de bañarse y que está demorado en ese menester por la poca eficiencia mostrada por los empleados del hotel en reponer la toalla faltante.

El mismo truco puede llevarse a cabo con la bata y con las pantuflas, por supuesto, aunque estas últimas vienen cada vez de menor calidad (lo que las convierte en gratuitas).

Desarrolladas las estrategias para artículos de baño y ropa blanca, llega el turno de los productos de oficina. Si revisas la habitación como corresponde, tienes que encontrar algunos blocs de notas (en el escritorio y cerca de todos los teléfonos), bolígrafos por doquier (de todas formas, cada vez que te cruces con un empleado del hotel en cualquier lugar del hotel, debes decirle “¿podría facilitarme un bolígrafo, por favor?”; simular que anota algo en un papel y no devolverlo) y, si el hotel es muy bueno, sobres y postales.

El último punto a revisar son las inmediaciones del mini-bar, porque por allí siempre aparecen algunos sobrecitos de té o café de cortesía, rodeados siempre por azúcar y edulcorante, productos que cotizan alto en las góndolas de los supermercados.

Decíamos al principio que se necesitaba astucia, pero también criterio. Este último punto es esencial, porque el cleptómano de hotel, llegado un momento, pierde el foco de sus actividades y es capaz de tentarse con todo lo que ve: veladores, plasma, muebles y hasta alguno de los cuadros que adornan la habitación.

Cartagena, visita turística al Puerto de Culturas del Mediterráneo

Escrito el 14 de Julio de 2012 por turisticut

Por su privilegiada situación, uno de los puntos clave del mar Mediterráneo, Cartagena ya atrajo a las más antiguas culturas. Desde la llegada de los cartagineses y a lo largo de su ajetreado devenir histórico, siempre fue deseada como importante núcleo comercial y militar. Muchos testimonios de estas antiguas ocupaciones pueden aún admirarse en su extenso catálogo patrimonial.

El puerto natural de la actual Cartagena fue remodelado en principio por los cartagineses, más de doscientos años antes de Cristo, quienes la otorgaron el nombre de Quart Hadas (Ciudad Nueva). En el año 209 a.C pasó a llamarse Cartagho Nova, por decisión de los romanos, sus nuevos conquistadores. Desde entonces, aunque perdió algo de relevancia en la Edad Media, su prestigio como capital portuaria se ha mantenido hasta sobrepasado el siglo XVIII, constituyéndose como una poderosa base naval.

Por este discurrir histórico se ha hecho acreedora del sobrenombre de Puerto de Culturas del Mediterráneo. Otros moradores también participaron en este proceso. Tras los romanos vino la dominación bizantina y, posteriormente, los árabes. Más tarde fue Alfonso X el sabio quien se encargó de dar un nuevo impulso a la ciudad, y con la dinastía de los Austrias, en el siglo XVI, Cartagena se convierte, junto con Málaga, en el único puerto del Mediterráneo desde el que se permitían transacciones comerciales con las Indias. Continuando su floreciente trayectoria, Carlos III la concede la capitalidad del Departamento Marítimo del Mediterráneo.

Así transcurre el siglo XIX hasta hoy, que si bien ha mermado, sólo en parte, algo de protagonismo, Cartagena sigue siendo una ciudad próspera, que sustenta su economía en el comercio y el turismo, ya que disfruta de uno de los enclaves más atractivos de la costa peninsular, la conocida como Costa Cálida.

Qué visitar

Ayuntamiento: Palacio modernista proyectado por Tomás Rico entre 1900 y 1907.

Arsenal: Protegido por la murallas del Mar, construida entre 1766 y 1775. El gran arco Triunfal es de 1865.

- Catedral de Santa María la Vieja: Su edificación data del siglo XIII, aunque con bastantes reformas posteriores. Es una muestra de superposición de las distintas culturas que llegaron a Cartagena.

- Teatro Romano: Gradas bien conservadas del siglo I.

- Museo Nacional de Arqueología Marítima: Extensa colección de restos arqueológicos submarinos. Maquetas, barcos y objetos relacionados con el tráfico marino en el Mediterráneo.

- Palacio Aguirre: Edificio modernista de 1901, uno de los palacios más sobresalientes de la ciudad. Se levanta en la plaza de la Merced.

- Iglesia de Santa María de Gracia: Templo de estilo neoclásico de 1777. En su interior destaca la capilla de la Cofradía California.

- Castillo de la Concepción: Se encuentra en el Parque de las Torres. La fortaleza se comenzó cuando Alfonso X aún era príncipe. De conjunto quedan la torre del homenaje y la linterna, antiguo faro árabe.

- Submarino Isaac Peral: Curiosa nave inventada en 1888. Se encuentra al final del Paseo Alfonso XII.

- Asamblea Regional: Su majestuosa arquitectura mezcla influencias renacentistas y modernistas. Es sede del Gobierno de la Comunidad de Murcia.

Alrededores, rutas y espacios naturales

- Ruta de la Costa Cálida: San Pedro del Pinatar – San Javier  – Los Alcázares – La Unión – Cartagena – Mazarrón y Aguilas. La Costa Cálida es uno de los lugares de mayor concentración turística del Mediterráneo. Sus tranquilas y templadas aguas son uno de sus principales atractivos. Los Alcázares, San Javier y Mazarrón disponen de una amplia oferta de ocio y alojamientos turísticos. Por su parte, en el interior, los paisajes de La Unión y la Sierra de Cartagena mantienen una fuerte relación con su pasado y su tradición minera.

- Sierra Espuña: Se encuentra al norte del río Sangonera, lugar especialmente frecuentado por aficionados al alpinismo y los deportes en la montaña. Es recomendable un paseo por estos parajes de aire puro, entre pinares y con bellas vistas panorámicas del entorno.

- Bahía de Portmán: Pequeña bahía, entre Punta Negra y Punta de la Galera. Tiene una tranquila playa de arena color oscuro, debido al encajonamiento entre las sierras mineras.

- Salinas y arenales de San Pedro del Pinatar: Ocupan el extremo norte del Mar Menor. Las salinas provienen de la época romana. Están separadas del mar por una barrera de dunas con pinares

- Mar Menor: Constituye una de las zonas naturales de mayor atractivo de la provincia. Es una especie de pequeño mar separado del Mediterráneo por una estrecha franja de tierra. A modo de gran laguna, tiene a su alrededor unas tranquilas playas de agradables vistas.

- Cabo Tiñoso: Acantilados verticales a lo largo de seis millas de costa. Arenosos fondos y aguas templadas con alta visibilidad durante todo el año, bien oxigenadas y con elevada concentración de sal. Una estratégica localización, en la confluencia de dos bahías de aguas resguardadas de los habituales vientos de levante, ha hecho de Cabo Tiñoso una de las zonas más excepcionales del Mediterráneo español, hoy día, casi intacta gracias a su inaccesibilidad.

- Parque Natural de Calblanque: En este entorno, las últimas estribaciones de la sierra de Cartagena se funden con el mar. Un cordón de dunas fósiles constituye el mayor valor natural de este virgen paraje.

Gastronomía

Como ciudad de costa, son los pescados los principales protagonistas de las mesas cartageneras, siendo sus especialidades las doradas preparadas a la sal o a la brasa y el caldero, exquisito guiso de pescado y arroz. Acompañan estas delicias los vinos del Campo de Cartagena.

Fiestas


- La Mar de Músicas: En el mes de julio. Cada año un país distinto muestra su música, artes en general, escritura y fotografía.- Semana Santa:
Orden y marcialidad definen la Semana Santa Cartagenera, de marcado carácter castrense. En esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional destacan las cofradías de los Marrajos y Californios que rivalizan en esplendor.

- Fiestas de Cartagineses y Romanos: Se celebra a finales del mes de septiembre. Fiesta de Interés Turístico Nacional que se ha convertido en un fenómeno social que involucra tanto a la ciudad de Cartagena, como a la región de Murcia. La representación de los sucesos de la Segunda Guerra Púnica es un proyecto histórico y cultural que ha devuelto a esta tierra del sureste español su riqueza y su esplendor.

Fuente y fotos: Revista Ibérica

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