Hay ciudades muy cercanas a España que bien merecen una visita, aunque sólo sea una escapada de un par de días. Este es el caso de Oporto, una de las ciudades más importantes del vecino Portugal.
No sólo la especie de vino que lleva el nombre de la ciudad es la bandera de Oporto, sino también su bello centro histórico, uno de los mejores conservados de Europa y que tiene en título de Patrimonio de la Humanidad que otorga la UNESCO. Las vistas sobre el río Duero es otra de las postales que distingue a Oporto. El romanticismo que puede otorgar un atardecer sobre el Puente Don Luis I difícilmente puede ser superado por otra ciudad.
El presupuesto que se requiere para conocer Oporto no es alto. De hecho la comida y el alojamiento son muy cómodos en la ciudad. Si nos gusta el movimiento del centro, hay que buscar hotel en las inmediaciones de la Plaza de la Libertad y la Torre de los Clérigos. Pero si nos seduce algo más sosegado a la hora de hospedarnos, debemos recorrer la Plaza de la República en busca de nuestro hotel.
Las angostas calles de Oporto guardan un especial encanto que solamente puede ser descifrado mediante un buen recorrido a pie. Así llegaremos a ver la Catedral de la Se, que se encuentra en una loma elevada desde la cual dominaremos el resto de la ciudad. Otro mirador bueno es la Iglesia y Torre de los Clérigos.
Para conocer el Oporto tradicional lo mejor es acercarnos al Mercado do Bolhao, en donde podemos probar los quesos tradicionales y por supuesto conseguir vinos de Oporto a muy buen precio. El mejor lugar de descanso lo hallaremos en los Jardines del Palacio de Cristal que también ofrece excelentes miradores. Podemos terminar nuestro viaje yendo a la mejor zona de compras de la ciudad, la Rua Santa Catarina.
Vía dondeviajar.es