Japón es, en pleno siglo XXI, el destino exótico por excelencia de Asia. No tanto por la geografía de sus islas -que también- o por el mundialmente conocido Monte Fuji (al que hay que subir, al menos, una vez en la vida pero no dos, según la tradición japonesa) sino por su ecléctica mezcla entre tradición y vanguardia, entre lo bizarro y lo fascinante, entre la atracción y la revulsión.
La cultura japonesa te puede atraer enormemente hasta decidir incluso establecerte en un país que es ya la isla más poblada del planeta, o bien puede producir un rechazo para no volver jamás.
Es el país por excelencia de las nuevas tecnologías, manejadas por un 99% de población alfabetizada -la más alta del mundo- y de las luces de neón en los rascacielos de megalópolis como Tokio, Osaka y Kobe. “Las mejores vistas” son desde el shinkansen, el tren bala que recorre Japón entero a una velocidad que alcanza los 300 kilómetros por hora.
Tras el paso de la II Guerra Mundial nos encontramos con un Japón reinventado, en el que hasta el rincón más recóndito es aprovechado como espacio para construir en vertical un hotel con habitaciones diminutas formato cápsula-nicho para todos aquellos que hayan tenido la mala suerte de perder el último metro de Tokio y quieran echar una cabezadita antes de ir directos a la oficina la mañana siguiente.
O la última freak invención: bares con gatos para poder acariciarlos mientras saboreas un café espresso ya que en un piso medio no queda espacio ni para convivir con un animal de compañía, o para todos aquellos que no quieren pasar las horas de soledad entre cuatro paredes.
La gastronomía de Japón merece capítulo aparte. Después de la exquisita cocina de Perú, puede que la japonesa sea todavía una gran desconocida para la inmensa mayoría de los occidentales, ya que no sólo de sushi vive el japonés, sino de una enorme variedad de platos que incluyen los menos populares -y no por ello menos buenos- como katsudon, okonomiyaki, yakiniku, tendon o yakisoba.
Por mi parte me quedo con el okonomiyaky, ¿y tú? Si visitas la isla y tienes el placer de probar cualquiera de estos exquistos bocados, me encantaría que me contaras cuál de ellos prefieres, ¿lo harás?
Vía 3viajesaldia.com