Milagros, o tal vez magia; el demonio, la Inquisición, fenómenos sorprendentes y otras leyendas, están asociados al Convento de Santa Isabel de los Ángeles, en Córdoba. Se trata de un monasterio de religiosas franciscanas que fue fundado en el año 1491 por Marina de Villaseca, y una visita obligada si quieres poner rumbo a lo desconocido.
Y es que Magdalena de la Cruz, tres veces abadesa de este convento, fue famosa por hacer milagros, a menudo cuando se encontraba en estado de trance. Desde su infancia, Magdalena había experimentado fenómenos sorprendentes: a los cuatro años, se le apareció la Virgen María; a los cinco, vio a Cristo e intentó crucificarse; a los doce, hizo un pacto con un ángel…
Cuando ingresó en el convento franciscano a la edad de 17 años, la gente ya creía que los milagros se producían cuando Magdalena estaba presente. Ella incitó a sus seguidores a que pensaran que durante once años había vivido únicamente del pan y el vino de la Eucaristía; desarrolló estigmas; curaba a los enfermos al tocarlos e incluso predijo varios sucesos. Entre ellos, el matrimonio del rey Francisco I de Francia con Leonora, hermana del emperador Carlos V, o la victoria de la Batalla de Pavía.
Cuando en 1543 cayó enferma y creyó que iba a morir, Magdalena atribuyó la fuente de sus poderes a la influencia del demonio, con quien aseguró que había tenido un pacto desde la niñez. Pronto intervino la Inquisición que, tras un auto de fe celebrado el 3 de mayo de 1546, optó por recluirla en un convento de Andújar, donde permaneció durante 14 años.
Estas y otras leyendas como que en el convento existe una imagen del Niño Jesús con fama de ser milagroso, que cuando alguien le pide alguna cosa, la imagen sonríe en señal de concedérsela, o la aparición de la Cabeza de Jesús Crucificado que, según cuenta la leyenda un marinero la recogió cuando la vio flotando a la deriva, hacen de este lugar una visita obligada si haces una escapada a la capital cordobesa.
Y es que Córdoba cuenta con mil y unos rincones de gran belleza que bien merecen una visita: comenzando por su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984; su increíble Mezquita; el barrio de la judería…por mencionar sólo algunos.
Vía Dónde viajamos