Galicia siempre fue una tierra que ha vivido por y para el mar. Los más de mil kilómetros de franja costera y las rías gallegas, hacen del noroeste español un destino inmejorable para la navegación
De la Volvo al turismo
El punto de inflexión en que Galicia se hizo hueco en el panorama náutico internacional tuvo lugar en 2005 protagonizando la primera salida de la Vuelta al Mundo de Vela fuera de las islas británicas. Desde la Volvo Ocean Race, la comunidad se ha volcado con el deporte de la vela y esto le ha permitido albergar otros eventos de primer nivel. Como consecuencia, los subsectores integrados en el ocio acuático comenzaron a pesar cada vez más en el turismo gallego.
Galicia tiene unos 8.000 amarres a lo largo de 23 puertos, de Ribadeo a Baiona En los últimos años ha demostrado ser un destino náutico preferente gracias a su extensa costa y unas instalaciones portuarias de primer nivel, cifradas en más de 8.000 amarres a lo largo de 23 puertos, desde Ribadeo hasta Baiona. El ente público autonómico Portos de Galicia, que viene desarrollando un ambicioso programa de fomento de la náutica, tanto deportiva como de ocio. Una gran inversión que se ha visto traducida en infraestructuras y servicios en los más de 120 muelles que gestiona la Xunta.
Vela, submarinismo, remo, piragüismo, surf y otras modalidades del ocio acuático se revelan de esta forma como pilares fundamentales en la economía y el atractivo de la Galicia actual.
E.N. Ribadeo
En Galicia hay dos grandes escuelas náuticas. Una está en la costa de Ribadeo, que conjuga un entorno ideal para la práctica de este tipo de deportes con hermosos paisajes y una exquisita gastronomía. Ribadeo Estación Náutica ofrece al amante de estas modalidades deportivas las mejores condiciones de seguridad, confort y profesionalidad con una extensa variedad de actividades tanto dentro como fuera del agua.
La Ría de Ribadeo tiene riqueza ecológica y la Playa de las Catedrales. El pueblo lucense en el que se ubica la estación, Ribadeo, es un enclave privilegiado en el extremo oriental de la comunidad gallega, lindando con tierras asturianas. Por ello se le conoce popularmente como “Porta Norte” ya que hace de entrada y salida natural de Galicia, siendo además paso obligado del ramal norteño del Camino de Santiago. El hermoso patrimonio natural y paisajístico del pueblo agrada a cualquier visitante, comenzando por el rocoso litoral plagado de sinuosos acantilados.
Hay que reconocer la riqueza ecológica de la protegida Ría de Ribadeo, así como la Playa de las Catedrales, ambas incluidas en la lista europea Red Natura 2000. En cuanto al entorno urbano, se pueden contemplar los bellos rincones que depara su casco viejo, de relevancia arquitectónica e histórica. Entre el conjunto destacan las casas señoriales de estilo neoclásico, las capillas románicas y góticas o las casas de los indianos. Y por supuesto está la gastronomía típica gallega, en este caso con influencias de la asturiana y algunas especialidades de la zona.
E.N. Rías Baixas
La gastronomía es más protagonista si cabe en la Estación Náutica Rías Baixas, centro turístico que también atrae por sus excelentes pescados y mariscos, así como el vino Albariño. En este, el estuario más grande de Galicia compuesto por las cinco Rías, la práctica de los deportes de mar es toda una tentación, mientras el turista se solaza en el relax de sus paisajes.
La tranquilidad que aportan el azul del Atlántico y el Miño, así como el verde de los campos, determinan un paisaje único, tranquilo y por ello el más indicado para deportes como la pesca, cruceros, charters, catamarán, esquí náutico, parasailing, submarinismo y vela. Otras bondades de Rias Baixas son la suave temperatura y la regulación que las islas ejercen sobre la fuerza de las olas antes de entrar en la ría. Esto facilita una navegación más placentera.
La formación de las islas, al margen de leyendas de origen divino, es fruto de la erosión provocada por el agua junto con los movimientos de la tierra. Hace millones de años, el océano invadió los valles generándose amplios regueros de agua salada a salvo de la violencia del mar abierto. Una bendición ecológica que propicia que miles de personas elijan cada año estos parajes para la práctica de los deportes relacionados con el mar. Y es que los dieciséis puertos a lo largo de la Ría de Arousa hasta Sanxenxo seducen a cualquier aficionado.
Fuente: El Blog de Rural Natura