Lisboa es un regalo para la sentidos y la ciudad más melancólica que he conocido jamás. También una de las más bellas. Lisboa es como un dulce inesperado para quien la visita, un lugar con un encanto especial que puede recorrerse perfectamente a pie, si nos da el aliento para subir y bajar las callejuelas que surcan sus barrios. Si no es el caso, siempre es agradable una vuelta en los típicos tranvías tan característicos de la ciudad.
Como en todas las ciudades viejas, a cada paso, cada rincón guarda una apasionante historia que contar. En Lisboa muchas de estas historias tienen que ver con la mar, con hombres valientes y ambiciosos y reyes conquistadores que hablan de un pasado glorioso. El barrio de Belem, al oeste, guarda fieles testimonios de los tiempos de esplendor de Portugal en la Era de los Descubrimientos.
Pero las historias no siempre son color de rosa. En 1755 un terremoto sembró la tragedia y destruyó casi completamente la ciudad; nada quedó en la Baixa de la vieja Lisboa. La zona fue totalmente reconstruida y los edificios que vemos actualmente datan del siglo XVIII.
La dulce y vieja Lisboa también puede apreciarse en las sinuosas calles de la Alfama, que recuerda los tiempos en que los moros ocuparon la ciudad, mientras que el Bairro Alto exhibe un ambiente pintoresco y familiar, y el contiguo Chiado es un elegante distrito comercial.
La Lisboa moderna se extiende en las afueras, especialmente en la zona del Parque das Naçoes. Anímate a visitarla porque descubrirás ciertas “joyas” del pasado dignas de visitar.
A partir de hoy, 2 de abril, los afortunados que estén haciendo turismo en Perú podrán visitar una de lasgrandes maravillas del mundo, el Machu Picchu.
Las famosas ruinas incas de los Andes permanecían cerradas desde enero debido a las grandes lluvias del inicio de año, ya que todos los caminos y vías de tren habían quedado muy dañados por las inundaciones.
Londreses una de las grandes capitales del mundo y es fácil abrumarse ante la variedad de posibilidades que nos ofrece, tanto en lo referente a aeropuertos (tiene cinco), como a opciones de transporte (varias compañías de tren, bus, taxis), hoteles, puntos de interés, áreas de ocio, etc.
En esta entrada voy a intentar ponéroslo un poco más fácil, para que al menos podáis identificar claramente los distritos de los que se compone el centro de Londres y seáis capaces de encontrar alojamiento en Londres sin problemas.
Para empezar un consejo: si buscas alojamiento en una zona bien comunicada, más o menos tranquila, y que tenga precios económicos, lo mejor es que mires con atención el distrito de King’s Cross (hoteles súper económicos, muy bien comunicados), o la zona situada en la parte superior de Hyde Park(área muy tranquila, también con precios muy competitivos).
Por el contrario, una de las zonas más caras se encuentra en la denominada City, una de las cinco áreas financieras de Londres. Está situada al este del mapa. Por ejemplo, buscar hotel alrededor de Liverpool St. nos mostrará precios bastante más elevados que en otras zonas de la ciudad, aunque la calidad está también en correspondencia.
Vídeo información turística
En la zona de King’s Cross es posible encontrar un hotel lo más económico y bien comunicado posible por 85 libras, dos noches, como el Belgrove Hotel, aunque podéis encontrar algo todavía más económico si dedicáis un buen rato a buscar.
Definitivamente, el Belgrove Hotel no es un tipo de alojamiento para todos los gustos: la habitación es increíblemente minúscula, la ducha y el lavabo están separados y son poco curiosos, pero en contrapartida la habitación está muy limpia y se descansa bien en ella.
Y vosotros, ¿me recomendáis alguna otra área de Londres para reservar hotel bueno, bonito y barato?
Con el comienzo de la primavera y la proximidad de la Semana Santa y de la feria de Abril, Sevilla cobra un protagonismo especial. Sus calles, monumentos y parques se llenan de gente tanto de la capital andaluza como de otros puntos que se acercan a disfrutar del esplendor de la ciudad. Y dentro de este disfrute, la noche sevillanamerece mención aparte.
La noche en Sevillaes una maravilla que comienza pronto, sobre todo a partir de los jueves. No hay que olvidar que se trata de una ciudad universitaria, con lo que la diversión nocturna está asegurada. El buen tiempo que disfruta la ciudad hace que, coincidiendo con el comienzo de la primavera, las terrazas y zonas de bares estén atestadas los fines de semana; la gente deja las cenas para otra ocasión y disfruta de las tapas desde las ocho de la tarde, acompañadas de una cervecita. A partir de las once, la cerveza se abandona a favor del popular “rebujito“ (mezcla de vino de manzanilla, Seven Up y hielo) y las primeras copas. La Calle Betis y el barrio de Trianason justamente las zonas más afamadas de la ciudad por su ambiente nocturno; están plagadas de pubs.
Las discotecas ubicadas en antiguos edificios de la zona de la Expo 92 también suelen estar muy concurridas, sobre todo por el ambiente más urbano y fashion de la ciudad. En esta zona las copas son más caras, y las edades oscilan entre los veinte y los treinta años.
La Alameda, en el casco urbano, es más alternativa, y aunque la zona no es muy conocida por los turistas, sus bares de copas suelen ofrecer actuaciones y exposiciones. Las copas son baratas, y el ambiente en la calle suele ser tolerante y pacífico.Los más noctámbulos se puden acercar albarrio de Nervión, donde los bares, pubs y discotecas pueblan las aceras, para todos los gustos. En la zona del Arenal, detrás de la Maestranza, hay también sitios con buen ambiente, destacando Groucho, un clásico de los viernes por la tarde-noche. Y para los que busquen macro discotecas, en la Isla de la Cartuja está Antique, al lado del parque temático Isla Mágica.
Si existe una cita ineludible en Valencia esa es la de las Fallas de San José, que tienen lugar entre el 15 y el 19 de marzo. Su popularidad ha traspasado nuestras fronteras y se han convertido en uno de los grandes atractivos de España para los turistas extranjeros.
La ciudad mediterránea inicia sus fiestas con “la despertà”, en la que cientos de tracas despiertan a la ciudad del Turia. A partir de ahí y durante 4 días (con sus cuatro noches) más de setecientas fallas permanecen plantadas en las calles y plazas de Valencia.
Las fallas se organizan por las comisiones de fallas. En varios chaflanes de Valencia, los vecinos se constituyen en comisión fallera, buscan un bajo para reunirse, buscan dinero de los comerciantes de la zona para que paguen los monumentos, buscan publicidad, etc. Cada año nombran a una mujer, fallera mayor, y a otra fallera mayor infantil.
Durante todo el año preparan los festejos de su comisión, editan un “llibret”, donde los reflejan, y realizan diversos actos. Son el auténtico motor de las fallas, un motor silencioso, pero que hace posible que existan los monumentos falleros, las mascletàs de barrio, los pasacalles, la ofrenda, etc.
Es de destacar en algunas de ellas la impresionante iluminación de sus calles; una de las más importantes es la Falla Sueca-Literato Azorín.
Las fallas son unos monumentos de cartón piedra, que se sitúan en los chaflanes de las calles. Se colocan más de 500, y tienen una altura de 10 a 15 metros, en algunos casos más. Se plantan el día 15 de marzo por la noche (noche de “la plantà“), y se queman el día 19 por la noche. Como es de imaginar, la circulaciónde automóviles por la ciudad, esos días, es un caos total, así que lo mejor es dejar el coche en un garaje, e ir andando o en autobús.
El día 15 por la mañana, se plantan las fallas infantiles y por la noche se plantan las grandes.
El funcionamiento de un día de fallas normal es el siguiente: a las 8 de la mañana, comienza con ” la despertà”. Cada mañana, antes de lo que desearías, las comisiones se encargarán de despertarte de la resaca a base de tracas y petardos. Cuando acaben, no te preocupes, pronto llegarán las bandas de música para acabar con tus sueños y devolverte a la realidad.
Más tarde podrás recuperar fuerzas en cualquiera de las casetas extendidas por toda Valencia, donde podeis comprar los típicos bunyols.
A las 14 horas, se tiran “las mascletàs“, un espectáculo acústico en el cual durante 10 ó 15 minutos explotan los petardos que previamente un pirotécnico ha organizado en la calle. Cada comisión de falla tira una mascletá, así que hay más de 500 en la ciudad.
Por la noche, del 16 al 18, hay un “Castillo de fuegos artificiales” en el cauce viejo del río, a la altura del puente de Calatrava. Se puede ver muy bien, pues se corta la circulación en las margenes del río.
Los días 17 y 18, por la tarde, podrás disfrutar de “La Ofrenda”, una tradición en la que todas las comisiones de fallas llevan flores a la Virgen de los Desamparados; un pasacalles en que las falleras llevan sus mejores galas, y pasean por la ciudad, desde su comisión de falla, hasta la plaza de la Virgen. No existe edad para este gran paseo.
Allí, con las flores, se hace el manto de la Virgen. Al principio solo hay un esqueleto hecho de madera con la cara de la Virgen; una vez finalizada la ofrenda, ese equeleto queda cubierto por las flores que las falleras han ido llevando y componen su figura con un manto de flores. Lo mejor es ir la tarde del 19 a ver como ha quedado de engalanada La Plaza de la Virgen.
Los cuatro días de fallas Valencia es una juerga continua, y pubs y discotecas están llenos de gente con ganas de pasarlo bien. Los restaurantes están a parir. En los días de fallas, lo habitual es ir por la mañana a ver monumentos falleros, hasta la hora de la mascletá. Después se come y se duerme un poco (la siesta). Por la tarde ver más monumentos, cenar, ver el castillo, e irse de juerga.
Desde el 1 de marzo hasta el 15, hay una mascletá en la plaza del Ayuntamiento. A partir del 16 se disparan en todas las comisiones de fallas, pero la más grande es siempre la de la plaza del Ayuntamiento, en donde también se disparan castillos de fuegos artificiales, los únicos de toda Valencia hasta la noche del 19 de marzo, cuando se queman las fallas. Ese día cada comisión de fallas hace un castillo pequeño (no pueden hacerse grandes por las normas de seguridad). El día 18 de marzo por la noche, se lanza el castillo denominado “nit del foc”, el castillo más grande de las fallas.
El llamar a la noche del 18 “nit del foc“, es un invento reciente. La nit del foc había sido siempre, la del 19 de marzo, cuando se quemaban las fallas. Se tiraba en la plaza del Ayuntamiento, un castillo excepcional, al igual que sucedía en casi todas las comisiones falleras. Pero conforme se han ido ampliando las normas de seguridad, se ha ido impidiendo realizar castillos en dicha plaza, y ahora se tiran en el río. En el río no hay ninguna falla, así que se optó en su día por hacer el castillo más importante el día 18, y ponerle el nombre de nit del foc, y quemar al día siguiente las fallas.
La noche del 19 de marzo se queman todas las fallas en este orden: primero las infantiles, luego las de los barrios, después la ganadora del primer premio y por último la de la plaza del Ayuntamiento. Es de rigor que la fallera mayor encienda esta última y llore embargada de emoción viendo como se quema la falla de su reinado al compás del himno de Valencia.Con la cremá, la ciudad del Turia se convierte en una auténtica bola de fuego. Verdaderas obras de arte en cartón-piedra arden de un extremo a otro de la ciudad. Valencia se convierte, por unos días, en la ciudad del fuego.
Marrakech es una de las ciudades más bellas del continente africano, un enclave turístico único y completamente diferente al resto. Un motivo más que suficiente para visitarlo ahora que se avecina la Semana Santa.
Hacer turismo en Marrakech es una fascinante experiencia para los sentidos: los colores, los sabores y olor característico que se respira desde el momento en que aterrizas, no dejarán de acompañarte hasta semanas después de volver. En Marrakech podrás disfrutar de las compras, en su famoso zoco; de su gastronomía, en los diferentes restaurantes, y del arte en sus edificios, plazas y calles.
Si te animas,Politours nos propone disfrutar de esta ciudad marroquí durante la Semana Santa: 5 días y 4 noches de hotel, del 31 de marzo al 4 de abril, desde Madrid en vuelo especial desde 495 euros (585 precio final). El precio incluye vuelo, estancia en hotel de tres estrellas en habitación doble en régimen de media pensión, traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto; asistencia de personal de habla hispana; medio día de visita panorámica de Marrakech con guía local de habla hispana; seguro de viaje y documentación en destino.
Además, del 27 de marzo al 4 de abril, existen otros cuatro programas dedicados a Marruecos: Ciudades Imperiales (precio final 785 euros), Ciudades Imperiales y Kasbahs (precio final 885 euros), Amaneceres del Sahara en 4×4 (precio final 880 euros) y Descubrir Marruecos en 4×4 (precio final 885 euros).
Braga, en Portugal, es una ciudad para recorrer caminando, sin prisas. Una ciudad con arte de un marcado caráctel monumental. Nuestra visita arrancará justo en el precioso casco histórico, más concretamente en la Plaza de la República, para alegrar el alma con sus fuentes y su magnífica Torre del Homenaje. Desde esta plaza, cogemos la Rua de Souto hasta llegar a la Catedral. En la Rua de Souto veremos tiendas de todo tipo, incluidas las religiosas, típicas de aquí. Encontrar un regalo, un recuerdo, una imagen, algo para llevarnos en la memoria es sencillo.
Pero es la gran Catedral de Braga la que domina todo a su alrededor. Construida sobre las ruinas de un mezquita árabe en 1070, tras la conquista del territorio por los cristianos, fue destino de la mano artesana durante los distintos periodos arquitectónicos. Cada estilo dejó su huella, de ahí que la Catedral sea un crisol de estilos, destacando sobremanera el Tesoro de la Catedral y tres capillas. En el exterior de la capilla mayor se encuentra la imagen del siglo XVI de Nossa Senhora do Leite, representada en el escudo de la ciudad.
Otros monumentos importantes de la ciudad son el Palacio Arzobispal, frente a la Catedral, la Capela de Conceicao (y su torre), la cámara Municipal, El Palacio de Biscanhos y la Casa do Raio.
Braga, capital de la región do Minho, tiene fama internacional de ciudad turística, pero no únicamente por su imponente carácter monumental, sino también a sus magníficos jardines, como el de Santa Bárbara, situado en la Rua Eça de Queiroz, detrás de la Catedral. Gracias al espectacular colorido que le otorga su gran variedad de flores naturales, está considerado como uno de los jardines más bellos de Portugal. En el centro del jardín destaca una hermosa fuente barroca. También destaca por su belleza el Jardim dos Biscaínhos, una de las zonas verdes más importantes del Norte de Portugal. Es un jardín barroco realizado en el siglo XVIII, considerado el mejor conservado de su época. Es uno de los lugares más visitados por los habitantes de la ciudad, considerado el pulmón de Braga, sitio ideal para pasear y descansar al aire libre.