Como ya sabéis, durante varios días los vuelos en Europa han estado paralizados por los efectos de la erupción del volcán Eyjafjalla(Islandia),sembrando el caos en todo el continente. Los vuelos suspendidos han provocado que un sin número de viajeros se quedaran bloqueados en los aeropuertos y cientos de turistas han vistos sus sueños truncados cada día.
En este fascinante vídeo -se puede ver claramente todo el Reino Unido y Europa occidental- podemos ver, de manera muy simple, los efectos de la nube volcánica sobre el espacio aéreo europeo.
La cuna del alpinismo mundial está ubicada en el Asia meridional, en la región del Himalaya, y hace frontera al norte con la República Popular China y al sur con la India. Pese a ser un pequeño estado, comparado con sus enormes vecinos, Nepal cuenta con una amplia y diversa variedad de territorios, que se extienden desde las planicies selváticas húmedas del Terai, hasta las más altas y gélidas cumbres de la tierra.
En Nepal se encuentra la montaña más alta del mundo, el monte Everest, con 8.848 msnm, y otras nueve cumbres de las llamadas ‘ochomiles‘ (superan los 8.000 msnm).
La mayoría de los turistas que llegan a Nepal lo hacen para disfrutar de los impresionantes paisajes de la cordillera del Himalaya, muchos de ellos para intentar el reto de ascender al Everest. Pero Nepal no es sólo un destino turístico exclusivo de los alpinistas más avezados. Muchos visitantes se inclinan por realizar trekking por el Himalaya, subiendo montañas más pequeñas y tomando fotografías.
Antes de viajar a Nepal, tened en cuenta el clima extremo del Himalaya, aún en los meses de verano, por lo que en el equipaje deberíais incluir ropa de alta montaña, resistente al frío y la nieve. Las botas de montaña también son imprescindibles y deben ser aptas para caminar sobre el hielo. También es absolutamente necesario contar con los servicios de un “sherpa”. Originalmente los sherpas eran los pobladores de las montañas de Nepal. Sin embargo, debido a la relevancia que tuvieron como guías y ayudantes en las expediciones al Himalaya, la palabra sherpa se ha ampliado a cualquier guía y ayudante de estas expediciones, aunque no sean específicamente de esa etnia.
Por último, no olvidéis que hay que solicitar permiso legal para escalar las montañas del Himalaya, un desafío de alta exigencia física y mental, nada adecuado para iniciarse en el apasionante mundo del alpinismo.
“cualquier turista extranjero alucina literalmente si se le coloca en cualquier ciudad andaluza en Semana Santa”.
El Servicio de Estudios Económicos del BBVA ha realizado un análisis atípico sobre los efectos del Año Xacobeo para la economía gallega. El estudio presenta unas previsiones de crecimiento del PIB gallego entre 5 y 6 décimas para este año, 2 décimas para el siguiente y una décima adicional para el 2012. Estas previsiones se sustentan fundamentalmente en la mejora de los indicadores turísticosde Galicia, mejora de los índices de ocupación y por tanto, potenciación del atractivo de Galicia para el turismo nacional y extranjero.
Con esta tesis, toda la geografía española está plagada de acontecimientos festivo-religiosos que se podían potenciar más aún en la misma línea que se hace con el año Xacobeo en Galicia. Pienso fundamentalmente en celebraciones tan típicas como la Semana Santa, bastante extendida por toda la geografía hispana, acontecimientos primaverales religiosos como las romerías del Rocío, Virgen de la Cabeza, celebraciones del Corpus y bastantes fiestas menores en esta línea que se podrían exportar como reclamo turístico fuera de nuestras fronteras.
Es obvio que vivimos en un estado aconfesional, pero también es obvio cómo cualquier turista extranjero alucina literalmentesi se le coloca en cualquier ciudad andaluza en Semana Santa. Sin ir más lejos, la actividad económica que gira alrededor de la Semana Santa no es despreciable, pero tiene como asignatura pendiente la atracción turística de esta fiesta fuera de nuestras fronteras.
La combinación turística de los recursos de España, tanto en patrimonio histórico, natural y ocupación hotelera, complementados con las tradiciones festivas, tienen que ser una vía a explotar más y mejor fuera de nuestras fronteras. Los indicadores de turismo mejoran levemente pero no se terminan de comercializar en el ámbito internacional todos los eventos que existen en nuestro país.
El turismo genera sinergias en todos los aspectos económicos de las zonas favorecidas y ahí, jugando con el turismo religioso festivo, podemos comenzar a recuperar fuerza rompiendo también de manera tangencial con el turismo de sol y playa, recurso que comienza a estar caduco para nuestros turistas europeos.
Si existe una cita ineludible en Valencia esa es la de las Fallas de San José, que tienen lugar entre el 15 y el 19 de marzo. Su popularidad ha traspasado nuestras fronteras y se han convertido en uno de los grandes atractivos de España para los turistas extranjeros.
La ciudad mediterránea inicia sus fiestas con “la despertà”, en la que cientos de tracas despiertan a la ciudad del Turia. A partir de ahí y durante 4 días (con sus cuatro noches) más de setecientas fallas permanecen plantadas en las calles y plazas de Valencia.
Las fallas se organizan por las comisiones de fallas. En varios chaflanes de Valencia, los vecinos se constituyen en comisión fallera, buscan un bajo para reunirse, buscan dinero de los comerciantes de la zona para que paguen los monumentos, buscan publicidad, etc. Cada año nombran a una mujer, fallera mayor, y a otra fallera mayor infantil.
Durante todo el año preparan los festejos de su comisión, editan un “llibret”, donde los reflejan, y realizan diversos actos. Son el auténtico motor de las fallas, un motor silencioso, pero que hace posible que existan los monumentos falleros, las mascletàs de barrio, los pasacalles, la ofrenda, etc.
Es de destacar en algunas de ellas la impresionante iluminación de sus calles; una de las más importantes es la Falla Sueca-Literato Azorín.
Las fallas son unos monumentos de cartón piedra, que se sitúan en los chaflanes de las calles. Se colocan más de 500, y tienen una altura de 10 a 15 metros, en algunos casos más. Se plantan el día 15 de marzo por la noche (noche de “la plantà“), y se queman el día 19 por la noche. Como es de imaginar, la circulaciónde automóviles por la ciudad, esos días, es un caos total, así que lo mejor es dejar el coche en un garaje, e ir andando o en autobús.
El día 15 por la mañana, se plantan las fallas infantiles y por la noche se plantan las grandes.
El funcionamiento de un día de fallas normal es el siguiente: a las 8 de la mañana, comienza con ” la despertà”. Cada mañana, antes de lo que desearías, las comisiones se encargarán de despertarte de la resaca a base de tracas y petardos. Cuando acaben, no te preocupes, pronto llegarán las bandas de música para acabar con tus sueños y devolverte a la realidad.
Más tarde podrás recuperar fuerzas en cualquiera de las casetas extendidas por toda Valencia, donde podeis comprar los típicos bunyols.
A las 14 horas, se tiran “las mascletàs“, un espectáculo acústico en el cual durante 10 ó 15 minutos explotan los petardos que previamente un pirotécnico ha organizado en la calle. Cada comisión de falla tira una mascletá, así que hay más de 500 en la ciudad.
Por la noche, del 16 al 18, hay un “Castillo de fuegos artificiales” en el cauce viejo del río, a la altura del puente de Calatrava. Se puede ver muy bien, pues se corta la circulación en las margenes del río.
Los días 17 y 18, por la tarde, podrás disfrutar de “La Ofrenda”, una tradición en la que todas las comisiones de fallas llevan flores a la Virgen de los Desamparados; un pasacalles en que las falleras llevan sus mejores galas, y pasean por la ciudad, desde su comisión de falla, hasta la plaza de la Virgen. No existe edad para este gran paseo.
Allí, con las flores, se hace el manto de la Virgen. Al principio solo hay un esqueleto hecho de madera con la cara de la Virgen; una vez finalizada la ofrenda, ese equeleto queda cubierto por las flores que las falleras han ido llevando y componen su figura con un manto de flores. Lo mejor es ir la tarde del 19 a ver como ha quedado de engalanada La Plaza de la Virgen.
Los cuatro días de fallas Valencia es una juerga continua, y pubs y discotecas están llenos de gente con ganas de pasarlo bien. Los restaurantes están a parir. En los días de fallas, lo habitual es ir por la mañana a ver monumentos falleros, hasta la hora de la mascletá. Después se come y se duerme un poco (la siesta). Por la tarde ver más monumentos, cenar, ver el castillo, e irse de juerga.
Desde el 1 de marzo hasta el 15, hay una mascletá en la plaza del Ayuntamiento. A partir del 16 se disparan en todas las comisiones de fallas, pero la más grande es siempre la de la plaza del Ayuntamiento, en donde también se disparan castillos de fuegos artificiales, los únicos de toda Valencia hasta la noche del 19 de marzo, cuando se queman las fallas. Ese día cada comisión de fallas hace un castillo pequeño (no pueden hacerse grandes por las normas de seguridad). El día 18 de marzo por la noche, se lanza el castillo denominado “nit del foc”, el castillo más grande de las fallas.
El llamar a la noche del 18 “nit del foc“, es un invento reciente. La nit del foc había sido siempre, la del 19 de marzo, cuando se quemaban las fallas. Se tiraba en la plaza del Ayuntamiento, un castillo excepcional, al igual que sucedía en casi todas las comisiones falleras. Pero conforme se han ido ampliando las normas de seguridad, se ha ido impidiendo realizar castillos en dicha plaza, y ahora se tiran en el río. En el río no hay ninguna falla, así que se optó en su día por hacer el castillo más importante el día 18, y ponerle el nombre de nit del foc, y quemar al día siguiente las fallas.
La noche del 19 de marzo se queman todas las fallas en este orden: primero las infantiles, luego las de los barrios, después la ganadora del primer premio y por último la de la plaza del Ayuntamiento. Es de rigor que la fallera mayor encienda esta última y llore embargada de emoción viendo como se quema la falla de su reinado al compás del himno de Valencia.Con la cremá, la ciudad del Turia se convierte en una auténtica bola de fuego. Verdaderas obras de arte en cartón-piedra arden de un extremo a otro de la ciudad. Valencia se convierte, por unos días, en la ciudad del fuego.
Alicante quiere convertirse en el primer destino turístico de toda Europa para personas celíacas, una especie de paraíso para los turistas celíacos.
Con ese objetivo ha nacido el “Club de restauración para celíacos“, una iniciativa pionera en España a la que de momento se han adherido 13 restaurantes de Alicante y 70 en el conjunto de la Comunidad Valenciana. Estos establecimientos garantizan “que su oferta gastronómica, o parte de ella, está adaptada a las personas que padecen este trastorno alimenticio”, caracterizado por la intolerancia al gluten, según declaraciones de la presidenta de Acecova (Asociación de Celíacos de la Comunidad Valenciana), Isabel Tegedor.
El sector turístico de la Costa Blanca espera con esta iniciativa llegar a un mercado potencial de clientes “que sobrepasa los siete millones y medio de personas en toda Europa”, según cálculos del presidente de la Asociación provincial de Empresarios de Hostelería en Alicante, José Izquierdo. “No hay que olvidar que esta enfermedad afecta en España a 400.000 personas y a más de dos millones y medio de europeos. Se trata de gente que cuando viaja, junto con su familia, el principal criterio a la hora de elegir hotel o restaurante es la atención que se va a dispensar en él al celíaco”. Con este proyecto, detalla Isabel Tegedor, se pretende crear “una red de establecimientos que garantice que no haya ningún punto de la Comunidad alejado más de 20 kilómetros de algún restaurante preparado para los celíacos”. Al margen de los 70 restaurantes que se han sumado en la Comunidad, “hay otros veinte en lista de espera”, afirma Izquierdo. Todos los establecimientos “han recibido información detallada sobre los productos que puede consumir un celíaco. Además, se han impartido cursos a todo el personal de los restaurantes, desde cocineros a camareros, para enseñarles a cocinar los platos y evitar posibles contaminaciones cruzadas”.
Dentro de la campaña de difusión se va a poner en marcha una página web (www.restauracionparaceliacoscv.com) y se ha editado una guía de bolsillo, en castellano e inglés, con los restaurantes que conforman el club. En ella se especifica, además de los datos propios del establecimiento, si su carta está adaptada a celíacos o si ofrece menús especiales. También se recogen los precios, que oscilan entre los 5 y los 35 euros. Esta guía será presentada, próximamente, en el marco de un encuentro que se celebrará en Valencia y que reunirá a asociaciones de celíacos de toda Europa.
Turespaña (Instituto del Turismo español) y Facebook se han unido para premiar a quienes demuestren saber más sobre los maravillosos sitios que España tiene para ofrecer. Una iniciativa englobada en el marco de la campaña “Spain, a country to share”.
Hasta fin de este mes, Turespaña publicará a diario una pregunta en Facebook. Quienes la contesten correctamente irá sumando puntos y, lógicamente, quien más puntos tenga será el ganador. Las preguntas abordarán aspectos que hacen relevante a España como destino vacacional, como geografía, gastronomía, historia, cultura y otros.
El premio consiste en una semana de vacaciones gratis durante tres años en Paradores de Turismo, con coche y avión incluido. Si ganas, podrás elegir entre tres rutas de Paradores verdaderamente excepcionales: la Ruta del Mediterráneo,Alicante, Murcia, Almería y Málaga; la Ruta del Vinoy los Monasterios y la Ruta de ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Aún estás a tiempo de ser el flamante ganador, por ello no dejes de ingresar al sitio de Facebook de Turespaña y participar, en el link “The Best Feeling Ever”.
Costa Rica sigue siendo un destino inexplorado por el turismo en masa y uno de los sitios más exóticos en el mundo.
Puerto Viejo, un pequeño pueblo caribeño cercano a la frontera de Costa Rica con Panamá, es quizá el secreto mejor guardado del Caribe. Todavía no está contaminado por el asfalto ni el cemento de los estrellados hoteles “todo incluido”, ni sobrepoblado por turistas cariblancos con relleno abdominal, o parejas en intensa luna de miel. Aquí sólo existe un cajero electrónico, el trasporte de moda son las bicicletas con freno de pedal y canastilla de acero, la bebida típica es la popular hiel, un refresco de jengibre con generosas gotas de limón, y el almuerzo tradicional es el casero rice and beans, sabroso arroz con frijoles negros cocido con agua de coco. Y definitivamente, el deporte oficial es el surf. Aquí, el Caribe muestra sin caretas todos sus matices y colores para una relajada visita, más excitante aún si sabemos que en este auténtico paraíso podemos enfrentar la ola más potente de Costa Rica, la popular Salsa Brava.
A Puerto Viejo se llega desde San José tras cuatro horas de viaje observando el exuberante bosque lluvioso del Parque Nacional Braulio Carrillo, decenas de pequeñas casas de colores al borde de la carretera, enormes reptiles tomando sol a la orilla de ríos cristalinos, y extensas plantaciones de banano, cocoteros y café, uno de los mejores del mundo. Así es Costa Rica, un país rebosante de vegetación en cada rincón, ángulo o punto cardinal. Crecen árboles y plantas en las delgadas fisuras de las veredas y pistas, musgo en las ventanas de los microbuses, y hasta hojas en las maderas que cercan sus campos. Y no es exageración.
El camino asfaltado termina acá. La principal avenida que cruza todo el pueblo está afirmada con pequeñas piedras y hay un par de calles que la cruzan hasta perderse en las olas. Eso es todo. La mayoría de hoteles o cabinas se han instalado al borde del mar y se encuentran dispersos en alguna de las cinco playas que hay en Puerto Viejo de Talamanca. La de mayor diversión es la zona de Salsa Brava, en el corazón del puerto y frente al legendario bar Stanford, desde donde se ve toda la acción.
Hace no más de 60 años, cuando la discriminación hacia la población negra de Costa Rica aún no era desterrada, esta zona del Caribe sur estaba completamente relegada. Y se puede decir que la enérgica ola de Salsa Brava fue la que le abrió las puertas a este rincón olvidado por el hombre. Llegó 1949 y los descendientes de jamaiquinos y afrocaribeños que vivían en esta tierra por fin se pudieron movilizar libremente por todo el país, y viceversa. Aunque las pequeñas comodidades como la electricidad, el asfalto y las líneas de teléfono tardaron en llegar, esto nunca fue un impedimento para que las tribus de surfistas de todo el mundo buscaran la manera de plantarse con su tabla en este pedazo de Caribe.
En un inicio llegar a Puerto Viejo era una odisea de una semana viajando en los destartalados buses interprovinciales e intercalando el recorrido sobre ligeras canoas que atravesaban algunos ríos. Ahora se llega en pocas horas desde San José, la capital; los caribeños abrieron sus puertas al turismo, y es muy fácil encontrar excelentes locales con vista al mar turquesa donde el calypso y el reggae fluyen suavemente al caer la tarde. Sin embargo, la ola sigue siendo la misma.